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Las artimañas de Juan Bosch (y 3)
POR JULIO HIDALGO
En noviembre de 1968 Bosch le envió una carta a José Francisco Peña Gómez, en la que amenazaba con renunciar del PRD. En la misma, Bosch proponía que una comisión le visitara en Benidorm, donde residía desde 1966, para discutir los pormenores de dicha renuncia. En verdad se trataba de una artimaña de Bosch, quien trataba de obligar al PRD a aceptar la tesis de la Dictadura con Respaldo Popular como la posición oficial de dicho partido.
Dado que en la reunión de Benidorm no se acordó aceptar la tesis de la dictadura con respaldo popular, aunque se aceptaron algunos puntos propuestos por Bosch, éste procedió a escribir 174 cartas que envió a igual número de dirigentes del PRD, con la intención de ir allanando el camino para imponer su tesis. (ver revista ¡ Ahora! No. 267; diciembre 23 del 1968)
Este tipo de artimaña había sido utilizado por Bosch en el año 1944, cuando aspiraba a ser elegido secretario general del Frente Unido de Liberación Dominicana.
Juan Isidro Jimenes Grullón dice en la página 32 de su libro “Juan Bosch al Desnudo” que la artimaña de Bosch “consistió en el envío de cartas a los Delegados del P.R.D., llamados a representar en el Congreso a las Seccionales del partido situadas fuera de Cuba, expresándoles que la Sección Central de esta organización ubicada -como dije, en la Habana- había acordado llevarlo como candidato a la Delegación General del futuro Frente Unido. En realidad ese supuesto acuerdo solo existió en la fantasía del señor Bosch”.
Continúa diciendo Jimenes Grullón que:
“Se trataba, por tanto de una solemne mentira, de la cual me enteré cuando los Delegados de las Seccionales de Nueva York y de Puerto Rico -que a la sazón eran el señor Juan M. Díaz y el doctor Leovigildo Cuello- me brindaron las pruebas correspondientes”
Otra de las artimañas de Bosch es narrada por él en la página 100 de su libro “El PLD, Un Partido Nuevo en América”. Refiere Bosch que la situación financiera del PRD estaba en un estado de desorden. Escribe en la mencionada página que:
“El desorden era de tal naturaleza que para agenciar fondos con que atender a las necesidades de la dirección del partido monté una oficina secreta, que establecí, bajo la dirección de Nazim Hued, en el último piso del edificio de la calle del Conde donde estaba la Ferretería Morey y ahora está la Ferretería Cuesta. En el montaje de esa oficina se trabajó con tanta sutileza que ningún dirigente del PRD se enteró de ello, ni siquiera los que yo sabía que eran honestos porque alguno podía contarle a otro que no tuviera esa condición que en el tercer piso del edificio ocupado por la Ferretería Morey estaba funcionando un local del partido dedicado a la recaudación de fondos, y nadie sabía lo que podía pasar si esa noticia caía en oídos de gente como ciertos perredeístas de cuyos nombres no quiero acordarme.
Para crear la afluencia de fondos, aunque fueran reducidos pero seguros, organicé con algunos amigos, entre ellos médicos respetados, reuniones semanales en las que participaban posibles cotizantes, la mayoría de los cuales aceptó comprometerse a dar una cuota mensual para el PRD”
Para atender a las necesidades de la dirección del PRD, Bosch monta una oficina secreta para recaudar fondos para ese partido. Ningún miembro de dicha dirección supo cuánto dinero se recaudó en esa oficina ni cómo se gastó el mismo.
JPM