La vuelta a las clases coloca una lupa sobre el gobierno
Un año después de declararse la pandemia del coronavirus en el país, el gobierno de casi ocho meses del presidente Luis Abinader, enfrenta el gran reto de la reactivación, la normalización de la nación en los escenarios de la salud, la economía, el reencuentro social. Y uno de esos elementos esenciales es la vuelta a clases presenciales, tras un año de estudiantes y maestros fuera de las aulas.
En muchas partes del mundo, donde la docencia presencial y/o semipresencial se ha ido registrado, como medida de la ‘vuelta a la normalidad’, se ha tenido que recoger y volver a cerrar escuelas y universidades.
Aquí, el tema se convirtió en punto de conflictos, que incluyeron al Ministerio de Educación, los maestros, con su ADP, los dueños de colegios privados, grupos de alegadas organizaciones de padres, de organismos nacionales e internacionales relacionados con la educación, de padres y madres responsables de los alumnos, constituyendo en un momento una torre de babel.
El temor al rebrote persiste. Es una realidad con la que han lidiado gobierno y sociedad, cada uno desde sus escenarios, mientras la población cifra sus esperanzas en la vacunación, que se desarrolla con buen éxito.
La vuelta a las clases, por tanto, coloca una lupa sobre el gobierno. El último párrafo del editorial de Listín Diario de este martes, titulado ‘A las aulas a tientas’ lo define claramente:
“Hay que cruzar los dedos para que este experimento que, en verdad es una apuesta peligrosa, pueda ponerse a prueba sin mayores consecuencias para la salud, la vida y el aprendizaje de sus protagonistas. Recemos por ellos”.
JPM
¿cuál es el interés de reabrir las escuelas en plena pandemia? estoy segura que ninguno de los que autorizó ese disparate enviará a sus hijos.
el interés de abrir las escuelas públicas es económico. ¿quiénes verdaderamente están detrás de eso? los dueños de colegios privados y los intereses políticos oficiales. la apertura de la docencia presencial mantiene a los padres de los estudiantes más asustados que un chivo azuano.