La tragedia de Leonel tiene su propio dueño: Leonel
Mi hermana mayor es una de las tantas y tantos que compraron a sobreprecio a Leonel Fernández cuando éste fue bautizado por el deterioro geriátrico de Bosch y de un Balaguer ya ahogado en su desgaste moral y político.
Le asignaron garras y estirpe al león que tiene ahora que demostrar que sí conoce a la primera ley de la política: la supervivencia. A todas luces, Leonel ha demostrado que carece del brillo natural de la lógica y se pierde en las veredas del sentido común. Hace apenas unos meses que estos juicios hubiesen sido como profanar el liderazgo del hombre, señalado por esos coqueteos con que la vejez suele hacer gala de atrevida lucidez.
Mi hermana y los miles de tontos útiles que han pagado tan alto precio por Leonel se han encargado de asignarle una exagerada inteligencia, sagacidad y agilidad de líder con ciertos aires mesiánicos. Ahora el líder del PLD intenta de nuevo reconstruir su legado en el resquebrajado mármol de una nación totalmente pulverizada por la impunidad que él mismo cultivó en su propia parcela.
Pero, Danilo más que cualquier otro líder dominicano, aprovecha de la luz ajena para alumbrar su propio huerto. He aquí el patético rostro de la incertidumbre.
Si para algo no estaba preparado Leonel era, precisamente, para entender la mentalidad obstinada de aquel rival que se mantuvo detrás de la puerta; una puerta que él mismo ha construido para ocultar su producto mejor logrado: su desmedido afán de poder. Sin embargo, existe algo que el presidente Medina ya no puede ocultar; ese algo justamente lo hace superar a las hormigas cuando ascienden por una viga con su presa en el costado para luego dejarla caer envuelta en los hilos de la insidia.
He aquí como acredito al presidente Medina una escalera de seis peldaños:
1.- Ya electo presidente, Danilo entrega todo el presupuesto que podría satisfacer el desmedido apego al dinero de Margarita Cedeño de Fernández. Pero, retira a su vice presidenta del poder de su gobierno; asunto éste que limita directamente la injerencia del ex presidente Fernández en los asuntos del gobierno a través de su espesa.
Esto mantiene feliz a la vicepresidenta; ella compra sombreros, y repetidos viajes por los principales países del mundo. Y, de paso, Margarita supera a Imelda Marcos, esposa del fenecido presidente de Las Filipinas, Ferdinan Marcos, en su caprichosa compra de zapatos.
Nada de ésto ha detenido a que Leonel permanezca embriagado en su retorno al poder; pero éste jamás ha intuido las razones por las que Danilo ha cedido lo que más tranquiliza al ex presidente: mucho dinero en manos de Margarita.
2.- El procurador Domínguez Brito se prestó a todo un montaje jurídico no para someter a la justicia al senador Félix Bautista sino para golpear la alcancía de Leonel. Con tal situación el presidente Medina ha demostrado que además de ser un líder obsesivo contra sus rivales, exhibe otra cualidad hasta ahora desconocida en la política dominicana: un sofisticado método de evasivas.
3.- Sobre Víctor Díaz Rúa, ex Ministro de Obras Públicas, la fiscal del Distrito, Yeni Berenice Reinoso dijo: “Existen bases sólidas para llegar hasta las últimas consecuencias en el caso del secretario de finanzas del Partido de la Liberación Dominicana”, curiosamente, hombre muy cercano a Leonel Fernández.
4.- El presidente Medina dejó que el ex convicto Quirino Ernesto Castillo pusiera a la nación dominicana como una hojalata arrojada por las manos de un mandatario empecinado no sólo en continuar en el poder sino obsesionado en hacer de su presa política un bajazo incapaz de producir un simple grano de azúcar.
5.- Como buen sureño, Danilo puso cuantas cáscaras pudo a la Fuerza Nacional Progresista y a su principal dirigente, Marino Vinicio Castillo, hasta hacerlo tirarse a las calles ya no en defensa de su aliado sino para sobrevivir políticamente ante las trapisondas de un presidente, ya dispuesto a escribir su epílogo en la tumba política de Leonel.
6.- El objetivo más notable del presiDente Medina ha sido sacar definitivamente de la política a su ex jefe, Leonel Fernández y ese empecinamiento lo empuja a la compra de un cheque sin fondo: el Partido Revolucionario en manos de un Miguel Vargas Maldonado ya convertido en una tachuela política. Sin embargo, no estaría lejos recordar que los miembros del PLD de alguna manera cargan ese germen del PRD que los hace jugar sus cartas durante las horas de la noche, que es cuando suelen darse cita los traidores y los fantasmas que podemos comprar en un mercado de prebendas.
Asumo que el ex presidente Leonel Fernández debió haberse apegado a una prudente la espera, y luego prepararse para la urdimbre de un presidente que ha pasado de una desmedida obsesión por el poder hasta llegar al insospechado océano de intrigas.
Apenas hace una semana que le dije a mi hermana que su líder y ella misma desconocen los méritos del silencio y al mismo tiempo, le advertí que la tragedia de Leonel tiene su propio dueño: Leonel Fernández Reina.