La sociedad deseada
Un conglomerado de personas con fines comunes, constituye lo que se llama sociedad. Hay diversos tipos de sociedades, pero nos referimos al concepto de sociedad relativo a un país. Todos por derecho somos parte de una sociedad, pero no necesariamente de hecho; pues no todos participan de la realización, edificación, sustentación y progreso de ella. De igual manera, no todos se benefician en igualdad de condiciones de los recursos que ella genera. Mas, cada uno tiene en su mente una sociedad deseada, alcanzable o no. Una sociedad deseada, es aquella que el individuo quiere ver realizada. En la nuestra, es muy difícil concretizar ese deseo, pues las diferencias de pensamientos o mentalidades son tan antagónicos, que hace honor al dich «Cada cabeza es un mundo.» Por lo general, existen divergencias en enfoques de pensamientos. Lo que es malo para unos, es bueno para otros. Muchas personas, sin razón alguna, buscan «la quinta pata al gato,» para no estar de acuerdo con los demás; su objetivo es diferenciarse de otros. Los miembros de una sociedad, aunque tengan libres pensamientos, deben ponerse de acuerdo en relación a la sociedad deseada. Cuando las fuerzas actúan hacía una misma dirección, es posible el éxito; pero cuando actúan en dirección contraria, no hay avance, sino pérdidas de fuerzas y tiempos. Mientras unos dicen que: «La educación es la base del desarrollo de los pueblos; otros dicen: «Para qué estudiar sino hay trabajos.» Entonces hay que fusionar educación con trabajo, y ésto traerá prosperidad y felicidad. Una sociedad deseada tiene como arma la comunicación. ¿Qué se comunica?. Si se desea una sociedad en valores, hay que armonizar los diversos contenidos que se comunican. No se tiene buen resultado, cuando algunos proclaman los valores morales y espirituales, pero otros proclaman la perversidad a través de canciones, dramas, películas y telenovelas. Los medios de comunicación de masa, tienen la responsabilidad, dentro de una libertad de expresión, orientar qué se puede comunicar a través de ellos. El apóstol Pablo escribió: «No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres» I Co. 15:33. La palabra escrita u oral es un elemento importante para la proyección y materialización de una sociedad deseada. En consecuencia, cada persona debe analizar lo que comunica, en relación al tipo de sociedad que desea. Las sociedades son el producto de lo que se le ha dado; pues, el hombre responde en sociedad, conforme a lo que ve, oye y por tanto, hace. Una sociedad deseada es sumamente conflictiva, pues cómo armonizar todos los intereses de una sociedad. De ahí que, lo que tenemos por sociedad generalmente es una sociedad inducida, no una sociedad pensante. Por ejemplo, la sociedad judía en los tiempos de Jesucristo, era una sociedad inducida, de acuerdo a la reacción de sus integrantes. Está escrit «Pero los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a la multitud que pidiese a Barrabás, y que Jesús fuese muerto» Mt. 27:20. La sociedad dominicana ha sido inducida a estar dividida. Como dice el refrán «muchos pescan en ríos revueltos.» Maquiavelo escribió: «Divides y vencerás.» La mejor manera de ganar una batalla es dividir las fuerzas del enemigo. Pregunto, ¿deseamos una sociedad dominicana moral, de valores? O ¿Una sociedad dominicana amoral? Si se revisan los diferentes programas de televisión, de radio, entre otros, es fácil determinar lo que deseamos. Sin duda que lo que se vislumbra hacía el futuro es una sociedad destruida, fracasada, empobrecida, enviciada y perdida. Pregunto, ¿Por qué no desear una sociedad diferente? Llena de valores, de virtudes, de fe y sobretodo progresista, democrática y unida. Los que componemos esta sociedad, podemos comenzar a educar para crear esa sociedad. El rico puede sentir y realizar amor, compasión y justicia por el pobre. El pobre puede utilizar el tiempo para capacitarse, producir y progresar. Nunca habrá paz, sino se reconcilian ambos segmentos de la sociedad. Una sociedad unida, jamás será infeliz. Respetando las individualidades, debemos hacer un acuerdo de conciencia, en que podamos concretizar una sociedad deseada para todos. El egoísmo debe ser erradicado. Los diferentes estamentos sociales pueden engrandecerse, si unimos un pensamiento social, razonado y consensuado para tener una mejor sociedad. Es tiempo de reflexionar en la búsqueda de esa sociedad deseada, percibida por muchos. La divagación de criterios confunde, atrasa y lleva al fracaso a las sociedades. Los cristianos tenemos un enfoque dado por Dios, del tipo de sociedad que Dios desea. Se señala el pecado como causa fundamental del deterioro del hombre en sí, y de la sociedad. Se enarbola a Jesucristo, el Hijo de Dios, como fundador y garante de una nueva sociedad, basado en su muerte por el pecado y su resurrección para justificar y dar una nueva vida al hombre. Y se dan las enseñanzas dejadas por Cristo, sus apóstoles y profetas como orientación de la conducta humana. Esa sociedad, él, la anunció cuando dij «y sobre esta roca edificaré mi iglesia.» Luchemos unidos por una nueva sociedad, en la cual los adolescentes se formen, los jóvenes se consoliden y los maduros se estén realizando y los ancianos disfruten. Las simples palabras no hacen posible el éxito, por lo que, es necesario que pongamos en realización esos valores, capacidades y fuerzas para la transformación de la sociedad. Las críticas constructivas son necesarias, pero las destructivas son estorbo de la sociedad. La sociedad deseada está en usted, ¿qué hace por ella? Dios le bendiga.