La Policía y el Dicam
»Saber es un dolor’. Así dijo el genio de Simón Bolívar, en uno de esos momentos miserables de su vida, traicionado y vilipendiado por quienes luchó incansablemente, para otorgarle la libertad y la honra de vivir como ciudadanos libres.
Hago esta introducción, porque ha sido doloroso, observar con la malicia que algunos hacedores de opinión han manejado el caso de la Dican. Como padre de familia, me identifico con la actitud responsable que asumió el jefe de la Policía Nacional, Manuel Castro Castillo, quien inmediatamente conoció el caso, solicitó al señor procurador de la República, Francisco Domínguez Brito, la intervención de dos fiscales, para investigar hasta las últimas consecuencias dicho caso, para aplicar sanciones drásticas a esos malos policías.
Muy pocos opinantes del tema han señalado la participación de los fiscales en este condenable acto de corrupción, el cual no había posibilidad de llevarlo a cabo, sin la participación directa de éstos. Lo razonable y justo es, que así como el jefe de la policía ha ordenado la investigación de sus subalternos, lo mismo debería hacer el procurador de la República, cosa que no ha sucedido.
El que quiera ganarse el primer lugar como mezquino, solamente tiene que negar, que esta jefatura de Castro Castillo ha sido de las más eficientes en la historia de esa institución. Los logros están ahí: reducción de la delincuencia de un 24% a un 17%. Tecnificación de la Policía. Proximidad con la comunidad. Excelente política preventiva. Nuevas unidades patrulleras. Remodelación del Palacio de la Policía y próximamente la construcción de una universidad policial. Al firmar el decreto 181-13 para reformar la Policía Nacional, el presidente Danilo Medina sabía que tenía que apoyar con recursos y así lo ha hecho.
Aunque algunas personas entienden que el Dican debe ser disuelto, pienso que sería un mal precedente. ¿Acaso se disolvió la Marina de Guerra con el escándalo y la matanza de Paya? ¿Debería disolverse el Senado cuando salga a relucir quien cobró el soborno de los tucanes? Jamás. Lo que importa es fortalecer las instituciones y aplicar todo el peso de la ley a los corruptos que empañan la buena gestión de las instituciones.
No se deje sorprender señor presidente. Disolver el Dican sería un mal precedente, pues mañana le pedirán que disuelva la D.N.C.D. Lo plausible es que se imite la actitud del mayor general Castro Castillo, quien manifestó sin titubeos: »Solamente tengo compromiso con Dios, con el presidente Danilo Medina y el país».
Pienso que ciertamente se es injusto, cuando se juzga de mala manera a una institución que ha sido eficiente y responsable, por la inconducta de unos pocos.
Mientras tanto, que sigan las investigaciones caiga quien caiga y que se apliquen sanciones ejemplarizadoras. Bien hecho general
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