La pobreza haitiana comenzó desde 1804 (OPINION)

POR ROBERTO VERAS

El alto nivel de pobreza de la gente común en Haití hoy tiene sus raíces en la turbulenta historia de la primera República Negra en el mundo. Después de destruir al ejército napoleónico en los sangrientos campos de batalla de Vertières, liberarse del colonialismo francés y la esclavitud, y así proclamar la independencia de Haití en 1804, las nuevas élites gobernantes de Haití se enfrentaron a una elección abrumadora.

El pueblo haitiano se resistió al retorno del sistema de trabajo forzoso que se requiere para mantener las plantaciones de azúcar; que consideraban como la otra cara de la moneda de la esclavitud.

En cambio, exigieron la independencia económica y una distribución equitativa de la tierra para todos y la decisión de acabar con el otrora rentable sistema de plantaciones y convertirlo en pequeños propietarios de fincas campesinas inició un proceso de reducción del poder adquisitivo de los recién liberados ciudadanos de Haití y, por lo tanto, de la influencia económica de la «Joya de las Antillas».

Pocos años después de que se tomara la decisión de liberalizar la propiedad de la tierra, lo que se tradujo en una drástica reducción de los ingresos en divisas de la nueva república, para que la población se sintiera verdaderamente liberada, afloró un grave peligro para la existencia misma de la nueva república.

Esta fue una amenaza de la desvergonzada potencia colonial derrotada Francia de invadir Haití de nuevo, una fuerza naval francesa ya estaba posicionada estratégicamente en el Mar Caribe frente a la costa de Cabo Haitiano.

Francia se ha negado enfáticamente a reconocer la independencia de Haití hasta que accedió a pagar una indemnización de 150 millones de francos para compensar las pérdidas de los hacendados franceses en la revolución esclavista. El pago de esta indemnización endeudó profundamente al gobierno y paralizó la economía del país.

Como para agregar sal a una llaga ya enconada, las grandes potencias esclavistas de ese momento en la historia humana, Francia, España, Gran Bretaña e incluso los  Estados Unidos de América, a los que los haitianos ayudaron en su momento de necesidad para sobrevivir al ataque de una invasión británica, han montado un boicot económico total contra Haití.

Este embargo económico concertado pero injustificado sobre Haití, junto con el pago de la indemnización de 150 millones de francos impuesta a Francia, en su conjunto, podría decirse que es la segunda causa fundamental de la pobreza haitiana, los efectos de estas medidas  todavía los siente la gente común de Haití hasta el día de hoy.

Sin embargo, una causa históricamente importante que contribuye a la pobreza haitiana es la inestabilidad inherente del terreno político de Haití. El período entre la expulsión del presidente Boyer en 1843, luego de que capitulara ante la demanda de indemnización de Francia, y la primera invasión estadounidense en 1915; se considera generalmente como la era caótica en la historia de Haití.

Un notable historiador de la época, Leyburn, resume esta era caótica en la historia de Haití de la siguiente manera: «De los veintidós jefes de estado entre 1843 y 1915, solo uno cumplió su mandato prescrito, tres murieron mientras ejercían el cargo, uno fue volado con su palacio, uno presumiblemente envenenado, uno hecho pedazos por una turba, uno renunció.

Los otros catorce fueron depuestos por la revolución después de ocupaciones que oscilaron entre tres meses y doce años «. En los actuales momentos este mismo sistema politico de gobernanza caotica persiste en todos los estamentos de la sociedad   Haitiana.

Este nivel extremadamente alto de inestabilidad política contribuyó en gran medida a privar a los haitianos del entorno pacífico necesario para el empoderamiento económico, lo que se habría traducido en su crecimiento económico. El período de la primera ocupación estadounidense de Haití, aunque frecuentemente promocionado como uno de relativa paz y progreso en el desarrollo de infraestructura, fue más una paz de cementerio.

Varias rebeliones contra la ocupación estadounidense por parte de nacionalistas haitianos fueron reprimidas brutalmente, en uno de esos incidentes, más de dos mil haitianos, popularmente conocidos como ‘cacos’, fueron asesinados por los marines estadounidenses mientras protestaban contra el racismo y las privaciones económicas estadounidenses.

En otro caso, campesinos desarmados durante una marcha que protestaba por mejores condiciones económicas fueron, en diciembre de 1929 en Les Cayes, mutilados por marines estadounidenses donde murieron más de diez campesinos haitianos indefensos.

Todo dicho y hecho, la ocupación estadounidense de Haití de 1915 a 1934, en lugar de reducir la pobreza entre los haitianos comunes, solo exacerbó su situación, mientras que las empresas multinacionales estadounidenses estaban obteniendo un nivel récord de ganancias al explotar la mano de obra barata haitiana.

En lugar de reinvertir estas ganancias en programas de alivio de la pobreza en Haití, estas empresas repatriaron sus ganancias a casa para impulsar aún más la riqueza estadounidense, mientras empobrecen aún más a los desventurados haitianos. Así podemos decir que la primera invasión estadounidense y la posterior ocupación de Haití, es una de las causas profundas de la pobreza haitiana.

La historia política y económica reciente de Haití es una extensión de su historia pasada. Antes de que los estadounidenses abandonaran Haití en 1934, como siempre suelen hacer, en  paralizó un gobierno títere en Port-au-Prince, cuya principal preocupación era velar por los intereses comerciales y de negocios estadounidenses y, de ese modo, emplumar sus propios nidos financieros en el proceso.

El desarrollo o la expansión de Haití más allá de Port-au-Prince no tenían importancia para ellos y, por lo tanto, el empoderamiento de las masas en Haití quedó en suspenso. La llegada de los Duvalier, ‘Papa Doc’ Duvalier y su hijo ‘Baby Doc’ Jean Claude Duvalier, fue anunciada inicialmente como un rayo de esperanza en una nube oscura de miseria y pobreza. Las pobres masas pronto vieron rotas sus esperanzas.

Aunque ‘Papa Doc’ comenzó bien en 1957 con un mínimo de programas de desarrollo rural, pronto se convirtió en un tirano que protegía su poder. Para su beneficio, vale la pena mencionar que él también se enfrentó a un embargo del Águila Negra.

Cuando Papa Doc murió en 1971, fue sucedido por su hijo Jean Claude Duvalier, su padre estaba un poco más interesado en el bienestar de las masas en el campo. Jean-Claude descuidó el campo y exacerbó aún más la pobreza rural. Todos los ingresos generados a través de subvenciones extranjeras y préstamos del Banco Mundial se desperdiciaron en su estilo de vida consuntivo y el de sus compinches y las nuevas élites de la sociedad haitiana, Baby Doc solo agregó un capítulo más a la lamentable historia de la pobreza haitiana.

Hoy, Haití sigue siendo el país menos desarrollado del hemisferio occidental y uno de los más pobres del mundo. En comparación con otros países en desarrollo de bajos ingresos del hemisferio occidental, Haití no ha logrado muchos avances sociales y económicos desde la década de 1980.

Haití ahora se ubica cerca del final de todos los países en el Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas. Casi el 90% de toda la población haitiana vive en la pobreza extrema, cabe destacar que la pobreza Haitiana comenzó desde el inicio de la primera república.

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