¿La nueva normalidad?
Poco después de que se iniciaron en el mundo las medidas de distanciamiento físico, uso de cubrebocas obligatorio, careta plástica facial y en algunos casos guantes desechables de latex a causa de la pandemia del Covid-19, se comenzó a oír la expresión: “La nueva normalidad”, supongo que queriendo dar a entender que en lo sucesivo será esa la forma en que nos desenvolveremos en el trato con los demás, y cuyo origen desconozco.
En mi opinión esa es una expresión que no se corresponde en nada con la realidad, por más que la repitan en diferentes partes del mundo y en diferentes idiomas, porque, en primer lugar, no es nueva. Basta recordar la llamada “Gripe española”, que fue una pandemia causada por un brote de influenza a causa del virus A, del subtipo H1N1, que entre 1918 y 1920 causó la muerte a más de 40 millones de personas en todo el mundo.
En la época de esa famosa pandemia que, curiosamente, no tuvo a España como epicentro, sino a Francia, en 1916, según afirman algunos investigadores, mientras los hay, incluso, que afirman que empezó en China en 1917; y no se puede olvidar que muchos estudios sitúan los primeros casos en la base militar de Fort Riley (EE.UU.) el 4 de marzo de 1918.
Pero se le conoce como Gripe española, país neutral en la I Guerra Mundial, por ser el único país que se hizo eco del problema y no censuró la publicación de informes sobre la enfermedad.
Solo en España esa pandemia afectó con la infección a 8 millones de personas, de las cuales 300 mil fallecieron. Y basta revisar las crónicas y fotos de la época para comprobar que se impuso el uso de mascarillas cubrebocas y que algunas familias las utilizaron, incluso, en sus mascotas. De manera que la llamada “Nueva normalidad” no es nueva, sino anciana, ya que tiene más de un siglo de existencia.
En cuanto a la palabra “normalidad”, que en la expresión comentada actúa como sustantivo, afirmamos que tampoco se corresponde con la realidad. Para comprenderlo, basta que veamos lo que procuramos denotar cuando la empleamos. Hablamos de “normalidad” cuando nos referimos a lo “normal”, que es lo natural al margen de los tiempos gramaticales, y podría calificarse como tal en el pasado, presente y el futuro.
El distanciamiento social con la suspensión del abrazo y, obviamente, del beso en la mejilla, el saludo con los codos, el uso de mascarilla cubreboca y de la careta facial no fue normal en el pasado, fuera de la época de la pandemia de la Gripe española y tampoco lo será en el futuro, porque al igual que la pandemia de principios del siglo XX esta pandemia del Covid-19 también pasará, y lo hará en un tiempo mucho menor que la Gripe española; es más, me atrevo a afirmar que la duración de esta pandemia será menor a los 12 meses.
Los primeros resultados de la vacuna de la farmacéutica AstraZeneca y la Universidad de Oxford demuestran que la misma es segura de usar en humanos y produce una reacción inmune fuerte contra el Covid-19, después de 28 días de la vacunación, según los resultados del ensayo publicado en la prestigiosa revista médica “The Lancet”. Además, tiene pocos efectos secundarios. Convence plenamente el hecho de que la investigadora que descubrió la vacuna utilizó a sus propios hijos para probarla por primera vez.
Demostrada la incorrección de la terminología “Nueva normalidad”, procede entonces establecer la denominación correcta, tanto en base al aspecto gramatical, como en el aspecto temporal. En este sentido propongo el uso de la “Normalidad actual”.
Con esta frase se evidencia que no fue una verdad pasada, ni tampoco será una verdad futura, simplemente que lo es en la actualidad, y su duración será temporal. Además, esta denominación realza nuestro optimismo y convencimiento de que a esta pandemia le quedan apenas semanas, solo el tiempo necesario para que la vacuna se produzca masivamente y se distribuya para su uso masivo en todo el mundo.
JPM
ojala que dios lo escuche, y el diablo se haga sordo, en cuanto a su afirmación de que esta pandemia durara menos de 12 meses, por que en verdad esta causando estrago en toda las población, y muchas gente esta cayendo en pánico.
una gran verdad lo expresado doctor, sin desperdicios muy buena observacion, que nos sirva de esperanza y nos conforte ese anuncio ya que la desesperacion se esta apoderando del mundo y no es para menos, somos huerfanos en el sistema salud y en el manejo adecuado para tratar la enfermedad en lo que a herramientas necesaria se refiere . muy buen arti**** doctor.