La nueva diplomacia de RD

Por JOSE MANUEL CASTILLO BETANCES

 La nueva política exterior de República Dominicana, (RD), obrando de conformidad al interés nacional e inspirada en el principio de la dignidad diplomática, nos convoca a visualizar las nuevas tendencias que debemos adoptar en materia de relaciones económicas internacionales, a los fines de lograr una mayor  y mejor inserción en el mercado global. 

Reconocer la visión y el valor del presidente Danilo Medina, que se empeñó a fondo, para  la apertura de las relaciones diplomáticas con China, profundizando  sus vínculos de amistad de más de dos décadas de cooperación entre ambas naciones. De la misma manera, los aportes del señor Canciller Miguel Vargas y de personalidades de la vida pública que mantiene vínculo histórico con el coloso asiático, como el Ministro de Integración Regional Miguel Mejía. 

RD no ha sido el último, ni el primer país que adopta una nueva posición respecto a sus relaciones con Taiwán, pues ya en el año 1979, lo hicieron los Estados Unidos, liderado en ese entonces por Jimmy Cárter, cuando deciden terminar su acuerdo de defensa mutua con este país, con el propósito de cultivar mejores relaciones con Pekín, la que calificó de gran bienestar, para ambos países y el mundo. Así, los casos más recientes en Latinoamérica, son el caso de Costa Rica, quien también estableció relaciones diplomáticas con China continental y nuestro país RD, que siendo visionario da un paso de trascendencia histórica en sus relaciones diplomáticas. 

Si está sabia y altruista decisión del gobierno dominicano se acompaña con un posterior acuerdo de libre comercio de alcance parcial entre ambos países, RD se posicionaría con el mayor acceso comercial en la región de América Latina y el Caribe, con más de 2 mil millones de consumidores, (1400 millones chinos y 950 millones de la UE, USA, SICA & CARICOM). Lo que se traducirá en un gran impacto en materia de flujo de inversiones extranjeras directas, turismo, cooperación Sur Sur, en transferencias tecnológicas, educativas y culturales. Actualmente, el intercambio comercial con China, representa aproximadamente unos dos (2) mil millones de dólares. Ello pudiera multiplicarse por 10 si el país se prepara y orienta su producción hacia afuera, hacia su nuevo mercado internacional. 

La amplia visión del presidente Medina que tuvo lugar mucho antes de asumir su primer mandato, pero sabio, inteligente, con mucha prudencia y tacto ha esperado el momento cumbre para dar este paso trascendental, cuando la economía del gigante asiático, de conformidad con la Organización  para la Cooperación y el Desarrollo Económico, (OCDE), sobrepasará a Estados Unidos como la primera economía del planeta, y se prevé un dramático cambio en el equilibrio de poder de la economía mundial durante el próximo medio siglo, colocando a China como la primera economía del planeta. 

El informe de la más importante organización de los países desarrollados, explica además que, en menos de 50 años, las economías de China e India combinadas tendrán más peso que las de todo el mundo en desarrollo.

 De manera, que  insertar nuestra economía en tan vasto mercado tiene singular importancia, especialmente si tomamos en cuenta la amplia política de turismo social de China que hace posible la movilidad de más de 160 millones de turistas anuales impactando positivamente en la industria de este importante sector de las economías de sus países preferidos. 

Como reto importante para RD  y frente a las nuevas perspectivas de crecimiento del comercio y particularmente del turismo es imperativo adoptar nuevas iniciativas enfocada al turismo urbano, con el propósito de optimizar y obtener un mayor aprovechamiento de los miles de millones de dólares que mueve esta gran industria. El flujo turístico de China en especial en el 2017 representó no menos de 150 mil millones de dólares. 

Ello debe dar lugar a la aparición de nuevas empresas en las localidades con mayor vocación turísticas, para garantizar un servicio al más alto nivel. Deberán aperturarse empresas  como City-Tours, a los fines de vender nuestro fuerte histórico, y complementar la actual oferta turística, entre otras iniciativas propias de un país que gracias al esfuerzo institucional público y privado, ya representa una potencia turística en la región. 

China posee las condiciones para convertirse en un socio estratégico fundamental para el desarrollo de nuestro país, que combinado con otros países BRICS, como Rusia, Brasil, India y África del Sur desarrollarían una extraordinaria agenda de cooperación Sur-Sur. 

Más allá de lo convencional en materia de la relación bilateral, estas nuevas relaciones deben de capitalizarse para conjuntamente y aprovechando los excedentes de capitales del nuevo socio desarrollar política de impacto en materia habitacional que nos permitan continuar transformando el habitad de los suburbios rezagados en el tiempo, donde la gente no vive, sino que agoniza. 

Pues un país que aspire a ser hegemónicos en materia turística debe contar con ciudades y barrios con excelentes infraestructuras donde los nacionales y los turistas puedan disfrutar plenamente la ciudad.En el marco de una política de cooperación Sur Sur, desarrollar un amplio programa de politécnicos y de becas fundamentalmente para la formación técnico profesional.   

En materia de relaciones diplomáticas  la República Dominicana ha dado un gran salto en los últimos veinte años, primero su histórica apertura de relaciones con la hermana Cuba, en ese entonces bajo el liderazgo del paradigmático líder político, Fidel Castro, luego en el 2007 el establecimiento de relaciones con la Federación Rusa, miembro del Consejo de Seguridad del sistema de las Naciones Unidas, (ONU), bajo el liderazgo del presidente más popular del mundo Vladimir Putin. 

Un vasto mercado de más de 160 millones, representando uno de los flujos turísticos más importantes al país en los últimos años. Y ahora RD se corona con la apertura de relaciones con el gigante asiático, Republica Popular China.  

Una decisión sabia e inteligente que promete contribuir con la inserción de nuestro país en el prometedor mercado de 1400 millones de consumidores, también miembro del Consejo de Seguridad de la ONU. 

Para entender la importancia del nuevo socio en materia económica, basta con  recordar que el capital del gran rescate de 700 mil millones de dólares ante  la crisis financiera global del 2008, salió de las arcas de la gran nación asiática, China. China fue la que compró los bonos para evitar el colapso del capitalismo mundial. “Paradoja de la vida”. 

Finalmente, triunfó la dignidad diplomática, un fino olfato político ayudó a entender la ruta inequívoca de jugar en grande. Felicidades a nuestro Presidente y Canciller por tan sabia decisión. Se impone la doctrina “Una China y dos sistemas”.