La mujer
En República Dominicana, en relaciones de parejas lo urgente y nodal es educar al hombre; no a la mujer. Las organizaciones feministas que no se estereotipan deben orientarlos señalándoles que ellas al igual que ellos, venden sueños. Podrían ser infieles, y también, temporalmente, se apasionan.
Para empezar diremos que este maravilloso ser llamado mujer, al cual no queremos denostar en este artículo; según los estudiosos, en más de un 50% tiene la capacidad de fingir un orgasmo.
Se ha determinado además, que su promedio de vida nos sobrepasa en seis años. Esto aparte de que, en educación e instrucción, ya nos supera. Las estadísticas dicen que en nuestras universidades conforman más de un 60%. Son más aprovechadas que nosotros. Pero, una mujer profesional no se diferencia de otra que no lo es. Las dos son astutas porque en resumidas cuentas tienen un denominador común: son sabias; son mujeres.
Son más resilientes cuando están solas; es decir, no se sienten abandonadas ni en orfandad. Y mucho menos si son remuneradas en cualquier tarea o profesión.
Por si fuera poco, tienen un cerebro diseñado para ocuparse de diversos menesteres. Si se alumbra a dos criaturas de sexos opuestos al mismo tiempo y hay dificultades de salud, está demostrado que tiene más posibilidades de sobrevivir la que tiene los cromosomas XX (la hembra), no el del XY. Sólo somos más fuerte que ellas anatómicamente, en lo demás, estamos en desventajas.
Si es una criatura dadora de vida, que nos tiene nueve meses en su vientre, es lógico que sepan más que nosotros. Saben cómo pensamos y cuáles son nuestras debilidades y limitaciones. En cuanto a sus intimidades, ellas son más reservadas. En nuestra sociedad el hombre es un ser infeliz que vive alardeando, o cuando no, vive contando sus íntimas vivencias.
Aunque estén sometidas por el machismo, en cuanto al manejo de nuestras relaciones, saben más que nosotros. El hombre debe defenderse de ellas sin lastimarlas. (Al momento de publicarse este artículo el número de mujeres asesinadas en lo que va de año por su ex o pareja actual, casi llega a los 40, o sobrepasa esa cantidad).
Si ya no te quieren, no insistas, tal vez salgas ganancioso, porque siempre sucede que el tiempo es el juez. Te darás cuenta con quién estabas, y si valió la pena o no, o si puedes retomar ese sendero. Con la violencia perdemos todos, y se atomiza la familia. Hay que amarlas, y ser prevenidos; no matarlas. No son propiedad de nadie.
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