La indiferencia de la ADP frente a los problemas de los maestros pensionados

Es lamentable que para el Ministerio de Educación, los maestros pensionados no existen; pero mucho más lamentable es que para la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), esos educadores que dejaron su juventud en las aulas, y que tanto aportaron al país, tampoco existen. Siempre ha sido así, pero ahora más que nunca

Para los dirigentes del gremio magisterial, importancia solo tienen los maestros activos. Los que ya agotaron su ciclo laboral, no merecen que en ellos se piense ni que en su favor se luche. Y al proceder acorde con semejante parecer, esos dirigentes adepeístas , indiscutiblemente, se comportan no como defensores de los maestros, sino como auténticos cómplices de las autoridades educativas. Lo que sucede mensualmente con el pago del salario a una parte de los antiguos servidores del sistema educativo constituye el mejor ejemplo.

Lo primero que el lector ajeno al quehacer docente debe saber es que si bien los maestros pertenecen al Ministerio de Educación, una vez pensionados o jubilados, sus salarios los reciben vías tres organismos diferentes de Estado : a una parte le paga el Ministerio de Hacienda, a otra , el Ministerio de Educación , un tercer grupo cobra vía el Instituto Nacional de Bienestar Magisterial (INABIMA) y, ¡extrañamente!, existe un cuarto grupo a quien la mitad del salario se lo paga el Ministerio de Hacienda y la otra mitad el Ministerio de Educación.¿ Usted quiere mayor irregularidad que esa?

¿Y la ADP, qué ha hecho para lograr que esa situación se regule o se unifique la nómina de pago? Sencillamente, NADA. Y nada hace, porque ya en términos reivindicativos ese gremio NO EXISTE

¿Por qué se paga de esa manera?

No lo sabemos, y las autoridades, al magisterio nacional, tampoco se lo han explicado. Lo que sí sabemos es que posiblemente no existe otro Estado en el mundo que cuente con un sistema de pago más desorganizado o carente de planificación que el que rige en el Ministerio de Educación de nuestro país. Para entender mejor el “tollo”, quizás convenga ofrecer algunos detalles al respecto:

Mediante el decreto 329-13, emitido en diciembre del 2013 por el presidente Danilo Medina, a los maestros pensionados y jubilados que devengaban menos de RD$15,000 mensuales, les fue aumentado sus salarios a este monto, con retroactividad a octubre de ese mismo año. El monto anterior al aumento, esos profesores lo cobraban de manera puntual, y así lo siguen cobrando, vía el Ministerio de Hacienda, los días 18 de cada mes, fecha oficialmente establecida para pagarles a los pensionados y jubilados civiles del Estado; pero ¡INEXPLICABLEMENTE!, el completivo o monto aumentado quien lo paga es el Ministerio de Educación, y ese pago se realiza, no el día 18, como lo hace Hacienda e INABIMA, sino un día. Ese día puede ser al final del mes o principio del que sigue.

Eso quiere decir que los maestros pensionados que reciben como salario mínimo RD$15,000 mensuales, cobran puntualmente una parte de este dinero los días 18 a través de Hacienda, y el resto, el Ministerio de Educación lo paga, como dice el pueblo, “cuando le da la gana”. Tratándose del mes enero, por ejemplo, esa segunda parte el Ministerio de Educación la depositó en el Banco de Reservas el 4 de febrero recién, es decir, diecisiete días después de la fecha oficial de pago.

Todo lo dicho antes quiere decir que tanto Hacienda como INABIMA les pagan a los maestros pensionados de manera puntual. El problema está con Educación, bastante puntual para pagar retrasada la partida aumentada en diciembre del 2013.

¿Es posible que eso ocurra en un momento en que se habla de revolución en la educación dominicana? ¿Cómo es posible que los servidores de una misma institución estén registrados en nóminas diferentes? ¿Cómo es posible que dos ministerios del Estado no se puedan poner de acuerdo para unificar la nómina de pago de los maestros pensionados? ¿Cómo es posible que en Era de la tecnología y la automatización de los procesos no se pueda diseñar un sistema informático de manera tal que el pago completo a los maestros pensionados y jubilados se realice de manera regular en la fecha oficialmente establecida? ¿No resulta hasta cierto punto lastimoso ver a un maestro yendo cuatro y hasta cinco veces en un día a un cajero automático a revisar si definitivamente fueron depositados los “chelitos” milagrosos? ¿Merecen esos educadores semejante trato, luego de haber dejado su juventud en las aulas escolares?

¿Y la ADP, qué hace al respecto? Absolutamente NADA. Y nada hace, porque ya en términos reivindicativos ese gremio NO EXISTE.

Pero no solo eso.

En enero del 2016, el gobierno incrementó en un 10% los salarios de los profesores y demás personal que labora en el Ministerio de Educación, incluyendo – dice el decreto del presidente- “a los 14,076 pensionados y jubilados del sector educativo que devengan un salario menor a los RD$20,000 por mes.”

A los maestros pensionados, ese aumento nunca se les aplicó, vale decir, el Ministerio de Educación, con Amarante Baret a la cabeza, desacató el mandato presidencial. 

¿Y la ADP, qué hizo al respecto? Absolutamente NADA. Y nada hizo, porque ya en términos reivindicativos ese gremio NO EXISTE.

Recuerdo las grandes conquistas o reivindicaciones logradas en los años dorados de la ADP, cuando yo era maestro del sistema público, vale decir, cuando la ADP era la ADP: seguro médico magisterial, pago por tanda, igualación del pago campo/ciudad, COOPNAMA, entre otras. Recuerdos que la mayoría de los dirigentes de la época, Rafael Santos, Sigfrido Cabral, Celio Guerrero, José Izquierdo, Pablo Alfonso Rosario, Fernando Rodríguez, mis hermanos Pedro y Gernalda Caba Ramos, Melanio Paredes y  Élido Rodríguez (Q.E.P.D.), entre otros, pensaban más en los maestros que en sus intereses personales. Poseían conciencia de clase. De repente, todo cambió.

Ahora, el otrora combativo sindicato magisterial ni siquiera es capaz de lograr que a un maestro pensionado se le pague puntualmente y de manera equitativa. Esto último, porque existen profesores que por haber sido pensionado o jubilado después del 2004 reciben en un solo mes el valor (RD$60,000) que los pensionados antes de este año tendrán que esperar cuatro meses.

La indiferencia, insensibilidad y ausencia de conciencia de clase de los actuales dirigentes adepeístas, en su mayoría, hizo acto de presencia en el mismo momento en que los ingresos mensuales de los miembros del Comité Ejecutivo Nacional, por concepto de pago por  su labor dirigencial con fondos de las cuotas aportadas por los maestros, comenzaron a superar los cien mil pesos,  y en cada seccional, su plana directiva comenzó a defender más los intereses del gobierno que los de los maestros.

Mientras esa indiferencia o actitud persista, continuaremos viendo a unos desesperados maestros pensionados, días después de la fecha (18) oficial de pago, en peregrinación continua hacia el cajero automático para ver si por fin el Ministerio de Educación les depositó los pesos milagrosos.

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