La historia de amor del alcalde y su mujer
Es el alcalde de Nueva York, está casado y tiene dos hijos, Chiara y Dante. Allí donde va Bill de Blasio, siempre le acompaña su esposa, Chirlane McCray, su ‘brújula moral’ y máxima consejera, como él mismo reconoce. «Pienso que todos sabéis que ella es la inspiración de lo que soy y de todo lo que he conseguido», afirmó el pasado 16 de mayo en la gala del Black Institute de Nueva York, coincidiendo con el 20 aniversario de la boda de ambos.
Chirlane ha diseñado y dirigido las campañas de Bill, ha planificado sus mítines, siempre está presente en las entrevistas que le hacen, selecciona a sus asesores, corrige sus discursos y es la máxima referencia del primer alcalde demócrata de Nueva York en dos décadas, que recibió la vara de mando el 1 de enero.
Hasta tal punto influye políticamente en su marido que, en un ranking publicado en abril por el The New York Observer, Chirlane ocupaba el primer puesto de la lista de las ochenta personas más influyentes, tal como informaba el pasado 19 de julio el diario La Vanguardia.
«Muchos me preguntan cómo puedo vivir esta locura de vida política», explicaba la mujer del alcalde de Nueva York, de raza negra, poeta y activista, el pasado 20 de marzo en un acto de la coalición ‘100 Black Women’. “Pues dejando en el camino la privacidad, viviendo en una pecera”, se respondía a sí misma.
A continuación, dio pistas sobre algo que no todos conocen: “Estoy convencida de que seguís las noticias y seguro que habéis visto uno o dos artículo sobre mí. Pero también atesoráis el conocimiento para saber que lo que leéis sólo es una parte de mi historia”.
Lesbiana en el pasado
Y es que Chirlane McCray era en 1991, cuando conoció a Bill, lesbiana y activista del feminismo. De hecho, muchos de los diarios estadounidenses, tanto los ‘amarillos’ como los de derechas, se cebaron en los meses previos a las elecciones de noviembre en su pasado lésbico para menoscabar a su marido.
Chirlane siguió ese 20 de marzo narrando partes de su pasado. Sus padres conformaron “un matrimonio mezclado”, debido a que la familia de la madre procedía de Barbados y la del padre del sur de Estados Unidos. “Me alumbraron en Springfield (Massachusetts). Al nacer, en 1954 -Bill es de mayo de 1961-, me llamaron Choo Choo porque sólo pesaba 4,5 libras (2,41 kilos), no más grande que dos bocanadas de humo”.
“Fue muy duro emocional y psicológicamente, me atormentaron –detalló, en referencia al bulling que tuvo que sufrir-, me persiguieron, incluso me escupieron. Pero conseguí ser la primera mujer de mi familia que iba a la universidad”.
Hizo jazz, teatro, recibió lecciones de piano, de natación y cada semana acudía a la librería, según la información de La Vanguardia. “Una vez que empecé con la poesía, en el bachillerato, la escritura se convirtió en mi tabla de salvación. Me sirvió de terapia y de salida hacia la sociedad”, dijo.
En el campus de Wellesley Chirlane adquirió su conciencia y junto a otras estudiantes lanzaron ‘Brown Sister’, una revista en el que daban voz a “las mujeres de color”. Fue la etapa en que descubrió que era lesbiana, lo que no le supuso pocos problemas.
Tras su nueva experiencia, se mudó a vivir a Nueva York en 1977, “con dos posibles contactos de trabajo, un lugar en el que dormir y 35 dólares en el bolsillo”, añadió. Trabajó en un magazine (‘Redbook’), ejerció de freelance para otro (‘Essence’), y, al margen de estos, había muy pocas opciones para una mujer negra.
Entonces se dedicó a escribir, ejerció de maestra sustituta y acabó por incorporarse con una asignación de prensa a la administración de alcalde David Dinkins, el demócrata que precedió a De Blasio, a principios de los años noventa. Ella procedía de un grupo de mujeres intelectuales negras, en su mayoría homosexuales, que estaban más allá de los postulados feministas de Betty Friedan.
Una historia de amor
En el equipo de Dinkins, se encargó de la comunicación y de escribir discursos. “En este lugar conocí a mi alto, guapo y muy inteligente marido”, recuerda, aunque por aquel entonces, en 1991, ella demostró un nulo interés por el ahora alcalde de Nueva York.
Ante este panorama, ¿cómo surgió la historia de amor entre Bill y Chirlane? La respuesta a esta pregunta es que, durante dos años, él la cortejó sin descanso hasta conquistarla. Con un ánimo a prueba de bombas, resistió todas las negativas de ella hasta que, por fin, el amor surgió también por parte de Chirlane.
Ambos anunciaron su compromiso en 1993, lo que causó un pequeño terremoto entre sus amigas, lesbianas la mayoría como ella, algunas de las cuales no le perdonaron la ‘traición’, hasta el punto de negarse a asistir a la boda de ambos.
Ahora llevan 20 años casados y tienen dos hijos, lo que viene a demostrar que la homosexualidad sí es reversible.
Fuente: FORUMLIBERTAS.com
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