La familia Rainieri: un paso trascendente y crucial en su historia
Hace unas semanas la familia Rainieri, propietaria del Grupo Punta Cana, anunció una medida que muestra un gran modelo para la sociedad dominicana, en este tiempo de tantas dificultades y ausencia de valores morales y éticos. Se trata del anuncio de que Frank y Haydé Rinieri, padre y madre, creadores y fundadores del Grupo Punta Cana, traspasan la conducción de ese exitoso grupo empresarial a las manos de sus tres hijos: Frank Elías, quien será el nuevo presidente, Paola, quien será la directora de Markenting y Francesca, que será la directora de Finanzas.
El grupo Puntacana es uno de los más exitosos empredimientos empresariales de la historia de la República Dominicana, hasta el punto de que hoy en día Punta Cana es una zona sinónimo de buen turismo y uno de los soportes económicos principales de la economía nacional. Frank Rainieri es un visionario y un hombre de acción que supo dar los pasos correctos para alcanzar el éxito. Su idea de desarrollar el turismo en la zona este surgió en 1969 cuando se asoció con el abogado estadounidense Theodore Kheel para comprar una parcela de 58 kilómetros, con 10 kilometros de playa. Aunque ese terreno era tierra virgen y estaba lleno de maleza, Frank vio lo que otros no podían ver: el potencial del desarrollo del turismo en el Este del país.
Apoyado siempre por su esposa Haydé, su primer proyecto fue un hotel para 40 huéspedes llamado Punta Cana Club. Diez años después, en 1979, construyeron el Hotel Puntacana. Cinco año más tarde, y enfrentando todos los augurios negativos, inauguró el Aeropuerto Internacional de Punta Cana, que hoy día es el aeropuerto de mayor movimiento en el país.
Ya en 1997, los Rainieri se asociaron con Oscar de la Rentay Julio Iglesias, iniciaron la Marina de Punta Cana y el desarrollo de inmobiliario de Punta Cana, para convertirlo 50 años después, en el más importante polo turístico del Caribe y uno de los más importantes de todo el continente.
El traspaso de la antorcha de Frank y Haydé a sus tres hijos, parece un hecho simple y solo una decisión administrativa. Pero no es así. Esa decisión tiene un gran significación y alcanza la categoría de modelo para todas las familias dominicanas y para el empresariado nacional.
Esta medida muestra la importancia de la siembra de valores en nuestras familias. Y precisamente, la misma se enmarca en el norte principal del grupo Puntacana que es la fortaleza de los valores familiares. Para cualquier padre o madre, uno de los sueños más anhelados es que sus hijos continúen transitando el camino y las profesiones que ellos han desarrollado. Y cuando se trata de una empresa, todos aspiramos a que nuestros hijos e hijas sean el soporte de la continuidad, fortalecimiento y ampliación de esos proyectos que iniciamos.
Lograr eso depende de los valores que invertimos en nuestros hijos, de cómo los educamos, de cómo les hacemos entender lo correcto y lo incorrecto en la vida, de cómo les hacemos valorar y asumir el amor y la honra a Dios, en fin, de cómo sabemos modelarles con nuestro ejemplo para que ellos sigan nuestro camino.
Eso es lo que han hecho Frank y Haydé de forma muy eficaz: Ser modelos para sus hijos y estos, con orgullo y dignidad, han tomado la antorcha de mano de su padre y su madre para dar continuidad a la obra iniciada y consolidada por ellos.
Esa acción de los Rainieri la han realizado también otras importantes familias de la nación dominicana. El grupo Vicini, hoy grupo Inicia, está siendo lidereado en la actualidad por Felipe y Juan Vicini, nietos de la generación que formó ese gran conglomerado empresarial. El grupo Corripio, otro gran modelo de formación familiar, sigue teniendo a Pepín Corripio, como el soporte fundamental, pero él ha sabido enseñar y modelar a sus cuatro hijos, Manuel, José Alfredo, Ana y Lucía, para que sepan recibir la antorcha en su momento y continúen manejando y consolidando el consorcio empresarial de la familia.
En este momento en que la familia Rainieri da un paso trascendente y crucial en su historia, pedimos la gracia y la guía de Dios para que ellos y todos su proyectos sigan siendo bendecidos, para beneficio de esa familia y de toda la nación dominicana.
pluma pagada como siempre, al servicio de lo peor. fariseo profesional, euri cabral es un acólito del demonio. por dinero es capaz de asesinar hasta a su madre.