La educación familiar
Por: JOSE DIAZ NIN
Me preocupa la falta de unidad en la familia sin la cual no podemos hablar de paz en el mundo; pero más me preocupa, y quiero reflexionar sobre ello, la educación familiar.
La educación se ha dejado a un lado dentro las familias, por muchas razones: La situación económica que obliga a los padres a tener que trabajar, a emigrar o a delegar, este proceso tan vital, en otros elementos u otros medios que no asumen ninguna responsabilidad.
Otras veces son dejados con una domestica cuyos niveles de educación son cuestionados. Nuestros niños se dejan a mereced de una computadora, de la televisión, de juegos electrónicos, de celulares o tabletas que muchas veces no se compadecen con la edad de ellos. Y a propósito de celulares estos ya han sustituido al pan que traen los seres humanos debajo de sus brazos.
La educación ha sido relegada, por la sociedad, a un plano donde lo más importante ahora es consumir lo que se publicita, pero esa propaganda, es cada vez más costosa y obligan a esas familias a dejar a sus vástagos a que otros los eduquen y se desvanecen en busca de recursos para poder satisfacer esos caprichos.
La familia, cada vez más, se deja arrastrar por esta propaganda. Ya los Reyes Magos no ponen cualquier juguete, los niños piden celulares, tabletas, no piden libros, ya los maestros no reciben el apoyo de los padres durante el proceso de enseñanza y a los padres le interesa más en pagar altos costo en colegios.
Ya los niños son criados alejados de valores morales producto de una sociedad que enseña que para llegar a ser rico solo hay que nacer en cunas de oro, lavar dinero, pertenecer a un partido o tener un empleo en el gobierno. La Moral y Cívica ya no es una materia en la enseñanza de los jóvenes de hoy.
Hacerse rico rápido no es un logro de la educación es una degeneración de la sociedad. Los medios de comunicación que tienen una cuota muy importante en la educación no le interesa la formación sana del individuo en la sociedad. Le interesa vender una idea o una imagen sin importar el legado que pudiera dejar a la niñez-
La televisión dominicana, con una influencia enorme en nuestras conductas, está cargada de telenovelas y enlatados pornográficos en horas no apropiadas, de música con mensajes subliminales, donde se promueve la hookah, las drogas, el alcohol el enriquecimiento a la ligera.
La plana periodística cuya responsabilidad es llevar la verdad y la orientación sana está guiada por el dinero. El periodismo se ha dejado influenciar por una claque, por estructuras partidistas corruptas quienes pagan y están dispuestos a pagar para su promoción o defensa ante actos delincuenciales.
La familia dominicana como todas las familias atraviesan, en estos momentos, por una carencia de valores producto de la permanencia en la sociedad de anti-valores como los son: la corrupción, feminicidios, pedofilia, consumo de estupefacientes y la indiferencia de los jefes de familia ante una sociedad que impone el no me importa.
Estos niveles de educación que hoy alcanzan nuestros jóvenes los aleja, cada vez más, de la mejor forma de vivir, de los reales problemas de los pueblos: La escasez de agua, la depredación del medio ambiente, de la capa de ozono, de la paz y del futuro de la humanidad-.
Hoy por hoy priman como valores y metas de los jóvenes: el tener un paquetico para comunicarse, para entretener, para jugar, nunca para estudiar o sacar provecho a estos equipos y programas.
Tener un buen celular, estar pegado en el gobierno, ser miembro de un partido, convivir con varias mujeres y utilizar plataformas tecnológicas muchas veces dando un uso inadecuado.
Queremos vivir en un mundo mejor, con salud y justicia, en democracia, en paz pero nos olvidamos de la educación de nuestros hijos. El papá y la mamá tienen aquí una cuota de responsabilidad en la educación que es una condición necesaria para mejorar la vida en la sociedad.
JPM
excelente artí****! por eso seamos o no creyentes, no podemos negar la sabiduría de las palabras citadas en efesios 5:33 y 6: 1-4.