La DGII: ente de dificultades para el contribuyente
La Dirección General de Impuestos Internos (DGII) es la institución encargada de administrar y recaudar los principales impuestos internos y tasas del Estado dominicano. Entre estos se encuentran: el impuesto sobre la Renta (ISR), sobre las Transferencias de Bienes Industrializados (ITBIS), al Patrimonio Inmobiliario (IPI), sobre Sucesiones y Donaciones, sobre los Activos de las Empresas, sobre vehículos (matrículas y transferencias), entre otros. La Ley que crea la DGII es la 166-97.
Aunque tiene como visión presentar una imagen de que es una administración cercana al contribuyente, respetada por sus altos niveles de calidad e innovación del servicio mediante procesos simplificados, en la práctica esta institución, en vez de ser un ente facilitador y de soluciones, se ha convertido en un obstáculo, en un escollo, por las trabas, dificultades e inconvenientes que esta le pone a los contribuyentes.
Si una empresa enfrenta problemas financieros o administrativos, que no le permiten cumplir con sus obligaciones fiscales, luego de demostrar su situación financiera con documentos y certificaciones, la DGII, en vez de buscar una salida satisfactoria a su solución, actúa con mucha drasticidad y rigidez; no entra en razones, obligando a pagar lo que ella decida unilateralmente, no actúa con flexibilidad.
Luego que las informaciones son procesadas en su plataforma tecnológica, no hay forma que estas puedan ser modificadas, pues el único criterio que siempre prevalece es el suyo.
La mayoría de los encargados de las agencias locales no están autorizados para tomar decisiones que contribuyan a solucionar los problemas fiscales de los contribuyentes, su único papel es actuar como agente recaudador, pues todo está concentrado en la Dirección General de Santo Domingo. Por un día de retraso, la DGII cobra intereses leoninos, recargos y mora por encima de lo que la ley autoriza.
En cuanto a los impuestos sucesorales, a pesar de la insistencia y gran interés que muestran los sucesores para pagar los impuestos correspondientes, la DGII pone muchos obstáculos para investigar, tasar y estimar el monto a pagar, alegando escasez de personal, lo que genera atrasos, por lo que se le aplica un recargo por los mismos.
Este es el único país que aún requiriendo aumentar sus recaudaciones (presión fiscal), que los contribuyentes tienen que insistir para pagar sus impuestos, la institución recaudadora se la pone difícil.
Para el cierre o disolución de una empresa, esto constituye una odisea, pues esta institución pone todo tipo de pretextos y dificultades para que este proceso no se lleve a cabo, aun presentando todas las documentaciones, pruebas y cumplir con todos los requisitos legales.
Extravían los expedientes depositados y retrasan el proceso para obligar a pagar más impuestos, mora e intereses.
Existen casos de empresas cuyas operaciones cesaron hace varios años, cuyos activos fijos fueron dados en dación de pagos, que ya no existen, sin embargo deben continuar pagando el 1% anual del valor de lo que fueron sus activos fijos, más otros impuestos porque la DGII, por falta de voluntad, no autoriza su disolución definitiva.
jpm-am
comparto plenamente, su artí**** periodístico y que es bueno que haya salido de un contador público autorizado (cpa), quien valientemente, haya tocado la situación que se maneja en la dgii, cuando una empresa, negocio o un negocio de único dueño, tiene problemas fiscales y que, en
muchos casos, surgen por la rigidez de la dgii, no ser facilitador, cuando una empresa, negocio o negocio de único dueño, tiene problemas tributarios y quiere resolverlo.
bregar con la dgii, es una odisea del día a día, en esa institución, porque no funciona absolutamente nada, para resolver un problema fiscal, porque sus agentes, no están en capacidad (la mayoría), en buscar solución a cualquier problema fiscal que un ciudadano pueda tener y llevar a la dgii, para buscarle solución.
en esa entidad recaudadora del estado dominicana, ir a buscar a solucionar un problema fiscal, es pasar la de caín, porque ahí, nadie es capaz gentilmente recibir un problema fiscal y que se pueda solucionar, aun uno llevar todos los planteamientos posibles, para poner punto final y pagar sus impuestos religiosamente.
por muchos años, he sido testigo de muchas presentaciones fiscales, en la dgii, en la mayor parte de los casos, no he tenido problemas mayores, porque a la empresa que le he servido, siempre mis planteamientos que he expuesto, es no dejar de pagar a la dgii y atrasarse, porque la dgii, se ha creído que las empresas, son como las instituciones bancarias que
siempre deben de tener recursos, para pagar, los impuestos; porque hay momento que muchas empresas, entran en desplomarse económicamente, lo que le impide, pagar los impuestos a tiempo y, en la dgii, no entienden, ni interpretan, esos asuntos internos que suceden en muchos negocios o empresas y cuando se va a hacer algunos planteamientos y el por qué muchos negocios, no responden a tiempo, para
pagar sus impuestos, entonces, en la dgii, no hay nadie que pueda entender y aceptar, los planteamientos ya sea verbal o por escrito, para hacer llegar a la dgii, porque solamente sus agentes, están estrictamente a pegado al sistema que mantiene la dgii, impidiendo que sus agentes, tomen parte, en solucionar los planteamientos que se puede exponer con algunos problemas fiscales.
he bregado, por muchos años con la dgii, aun con su plataforma de sus asuntos internos, para cobrar impuestos, lo que más me duele, es cuando uno quiere solucionar un problema de un negocio que ha caído, en baja económica y ha determinado parar sus relaciones comerciales, entonces, lo que más irrita a cualquier especialista en asuntos de impuestos, que aun la dgii, viendo en su
plataforma que ese negocio o empresa, ha dejado de funcionar, entonces, esos agentes, no son capaces de entender, en muchas ocasiones los planteamientos que uno le expone por cartas y sus anexos, donde se le explica la situación del negocio y al final, se la ponen en china, porque esos agentes, están ajustados militarmente a los señalamientos que aparecen en el portal y que, en muchos casos, esos agentes, no analizan, la situación imperante de
los problemas financieros de un negocio o empresa cualquiera, cuando deja de cumplir con sus obligaciones tributarias.
en la dgii, sus agentes, no entienden que, esa institución, se alimenta de los datos que una empresa, le envía mensualmente y esos datos, no deben ser manejados a los antojos del sistema o la plataforma que tiene la dgii, me refiero que si una empresa para sus asuntos financieros, en la dgii, debe tomar, el mes, en que esa empresa dejó de funcionar, para evaluar, los planteamientos que puedan ser
presentados por los dueños o el encargado de representar a la empresa, en la dirección general de impuesto internos (dgii) y no tomar, los datos almacenados de la empresa paralizada como si estuviera funcionado a fecha, en el momento, en que uno recurre a aclarar o enfrentar algunos inconvenientes tributarios por el envío de una comunicación de la misma dgii.
todo eso sucede cuando el que cobra es el mismo que pone en la ley cuanto y como se debe cobrar ,este como en todos los gobiernos se rigen con la teoria de las vacas «ma,ma,ma»