La Biblia, la naturaleza y el cambio climático

La Creación, visible e invisible junto a los seres humanos son obra Divina; hecha por amor y no por necesidad; son sostenidas, renovados y preservadas cada día por Dios, en Cristo y a través del Espíritu Santo.

No hay posibilidad alguna que la Creación sea destruida por un ser creado, aunque el hombre y Satanás en su decrépito interés por dañar todo no se detengan.

Las Sagradas Escrituras nos dicen que a más de sostener, proveer, gobernar y preservar toda creación, el “Día” de la segunda venida del Señor Jesucristo toda creación será redimida y restaurada a su estado original. Aquel estado que motivó a Su Creador y Dios a decir: “Y vio que todo fue hecho bueno, y bueno en gran manera”
No es real lo que la “ciencia” y los defensores del Clima y la Naturaleza dicen. La última palabra la tiene Dios, y ya fue dicha y escrita para nuestro conocimiento y fines. La Ecología la preservará Dios, la creación universal la preserva, renueva y sostiene Dios.

Repito, solo en aquellos que no creen en Dios y Su Palabra, que la desconocen, ignoran o mal interpretan puede albergarse en su mente que un Dios Trino, Trascendente (separado de ella) a Su creación e Inmanente (que la sostiene y preserva en Su Providencia) en la misma permitiría que un ser creado destruya lo que por amor eterno y sin necesidad alguna creó.

Una cosmovision que le diga madre tierra y que una el “espíritu” a la creación es contraproducente y perjudicial hasta para la misma creación que dicen defender y preservar, pues la dejan en manos de un ser creado y destructor como lo es el hombre caído.

Una cosmovision panteísta o panenteista es anti Bíblica, y al igual que la anterior, deja huérfana y acéfala la creación.

Solo la cosmovision Judeo Cristiana de la creación es la real y verdadera, por lo que nos provee de seguridad de preservación, desarrollo sostenible hasta su redención y perfecta reconciliación en la consumación de los tiempos.

El cristiano sabe muy bien lo que le espera a la creación: el universo; caído junto con Adán; será redimido cuando Cristo en Su segunda venida regrese a reconciliar con Dios en Cristo y a través del Espíritu Santo, a los que lo han aceptado como su Señor y Salvador.

Mi oración al Señor es que usted acepte a Jesus como su Salvador por Su gracia por medio de la fe en El, para que sea también redimido y reconciliado con Dios el “Día” de Su segunda venida.
Una de las vitales diferencias entre el cristianismo y las demás religiones es precisamente eso, Cristo nos salva por Su Gracia por medio de la Fe, sin obras que medien para nuestra salvación. Las obras, sí, serán evidencias de la salvación, nunca su causa.

“El Día” será el momento de la restauración de toda creación, también la resurrección de todo aquel que aceptó al Señor Jesus, para una vida imperecedera, inmortal, inmarcesible, santa, con cuerpo incorruptible, revestido y absorbido por la vida. Gozo eterno, felicidad inagotable al lado de nuestro Señor y Trino Dios.