Tomando en cuenta que nos acercamos a la recta final del año jubilar recordaremos una charla que se impartio el 13 de enero el Movimiento de Cursillos de Cristiandad de la Arquidiócesis de Santo Domingo con el tema: “Celebrar la Misericordia” a cargo de su asesor espiritual, Monseñor Amancio Escapa, O.C.D, Obispo Auxiliar de Santo Domingo.
En un ambiente de alegria que caracteriza a los cursillistas y luego de la Eucaristia subió al podium Monseñor Escapa quien dio una panorámica global del origen de los jubileos en la Iglesia y las características especiales del jubileo en curso que se inauguro el pasado 8 de diciembre el Papa Francisco y que culminara en la fiesta de Cristo Rey el 20 de noviembre de este año.
En su exposición, Monseñor Escapa dijo que el propósito principal de este maravilloso tiempo de gracia que nos invita el Papa Francisco es contemplar la misericordia del Padre reflejada en el rostro de su hijo Jesucristo, y vivir la experiencia viva de la cercania del Padre. Explico a su vez el significado de la palabra misericordia que significa que Dios pone su corazón en la miseria del hombre; y quiere que todos los hombres se salven. Dijo una bellísima frase que define la esencia del jubileo de la misericordia: “ante la gravedad del pecado Dios responde con la plenitud del perdón.”
Para alcanzar la misericordia de Dios es preciso tener un encuentro con Jesucristo quien es la imagen visible del Dios invisible. El, Jesus, aquel que paso por la vida en todo momento haciendo el bien. Nos invito a hacer una oración proveniente de los Salmos: “Acuérdate Señor de tu misericordia que es eterna.”
También Monseñor explico a la asamblea lo importante que es la escucha de Dios, precisando lo importante que es recuperar el valor del silencio para discernir lo que El quiere de nosotros.
La Iglesia esta llamándonos a renovarnos en la gracia y en dejarnos transformar por el gran amor de Dios y su misericordia valiendose de los signos y medios que Jesucristo encomendo para nuestro bien, que son los sacramentos.
Con este poderoso llamado del Papa Francisco quien nos llama a dejarnos sorprender de Dios y estar atentos a su voz para peregrinar espiritualmente a su encuentro. Y hablando de peregrinación, ese es otro signo de los jubileos, ya que la vida misma es una peregrinación, es un ir hacia un lugar. Por eso nos invita a ir hacia la “Puerta Santa”.
El Santo Padre ha dispuesto el que no solo sea en la Puerta de la Catedral de San Pedro en Roma donde con las debidas disposiciones espirituales se puedan recibir las indulgencias plenarias que son los maravillosos regalos de este tiempo de gracia, sino que en cada Iglesia particular los fieles puedan tener la Puerta Santa en las iglesias que sus obispos escojan para que asi todos podamos recibirlas.
Para un mayor entendimiento, las indulgencias plenarias es un regalo espiritual que dispone la Iglesia a través de las orientaciones del Papa para la remisión total de las penas merecidas por nuestros pecados, en virtud de la reversibilidad de los méritos o comunión de los santos.
Monseñor Escapa fue muy ilustrativo al exponer este punto. Dijo que Dios nunca nos niega su perdón, pero que a causa del pecado nos quedan penas que purgar ya sea en esta vida temporal o en el transito a la morada celestial, y estas penas son las que precisamente pueden ser saldadas en este tiempo de gracia que es el Jubileo de la Misericordia.
Como Francisco escribió en su carta sobre la indulgencia del Año Santo:
«Dispongo que se pueda ganar la indulgencia en los santuarios donde se abra la Puerta de la Misericordia y en las iglesias que tradicionalmente se identifican como Jubilares. Es importante que este momento esté unido, ante todo, al Sacramento de la Reconciliación y a la celebración de la santa Eucaristía con un reflexión sobre la misericordia. Será necesario acompañar estas celebraciones con la profesión de fe y con la oración por mí y por las intenciones que llevo en el corazón para el bien de la Iglesia y de todo el mundo».
Las indulgencias siempre se pueden aplicar ya sea a uno mismo o por las almas de los difuntos, pero no pueden ser aplicadas personas vivas.
Consulte en su diócesis para ver donde encontrará la Puerta Santa más cercana.
En la Arquidiócesis de Santo Domingo nos informo Monseñor Escapa están en: Catedral de Santo Domingo, Santuario del Santo Cristo de los Milagros de Bayaguana, Santuario de la Madre Tres veces Admirable de Schoensttat en la Victoria; Casita de la Misericordia en la carretera de Manoguayabo; Iglesia San Francisco de Asis en el Ensanche Ozama; San Antonio de Padua en los Alcarrizos, Parroquia San Antonio Maria Claret en el poligono central.
Monseñor Escapa resalto la invitación del Papa Francisco a celebrar este maravilloso jubileo practicando obras de misericordia ya sea corporales y/o espirituales.
Recordemos algunas de las obras de misericordia: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, dar posada al necesitado, vestir al desnudo, visitar al enfermo, socorrer a los presos, enterrar a los muertos, y/o espirituales tales como ensenar al que no sabe, dar buen consejo al que necesita, corregir al que esta en el error, perdonar las injurias, consolar al triste, sufrir con paciencia los defectos de los demás, rogar a Dios por los vivos y difuntos.