José Andrés Aybar Sánchez: ciudadano ejemplar y valioso
El autor de esta columna, indignado y profundamente preocupado, hubiera preferido tratar acerca de la intervención en un almuerzo de la Cámara Dominico Americana del representante como embajador del presidente de Estados Unidos en nuestro país, pero las circunstancias de la vida nos imponen una obligación que no podemos pasar por alto: El miércoles 25 de noviembre falleció José Andrés Aybar Sánchez, destacada figura pública de la vida dominicana que se destacó desde joven como empleado y funcionario público, ligado íntimamente al campo de la educación, llegando a desempeñar las funciones de secretario de Estado de Educación, fundando años después en el 1995 la Universidad del Caribe (UNICARIBE) de la cual fue, hasta el último día de su vida, presidente del Consejo Superior de esta Institución Académica y al mismo tiempo vicepresidente para la región del Caribe de la Unión de Universidades de América Latina (UDUAL).
José Andrés y el autor de esta columna, teníamos la misma edad y nos hicimos amigos cuando cumplíamos apenas 18 años e ingresamos a la Universidad de Santo Domingo, a la facultad de Derecho, que profundizó esa amistad a un cariño fraternal de extraordinaria solidaridad y que aun en los momentos que tuvimos diferencias políticas, no varió absolutamente en nada el afecto, la solidaridad y comprensión que nos ligaba.
En la consolidación de esa hermandad, allá por los años de 1954-1955, jugaron un papel muy importante su madre Ana Josefa Sánchez de Aybar y su padre José Andrés Aybar Castellanos, por quienes sentíamos un respeto y cariño, como si ese matrimonio digno y ejemplar, fuera en la realidad de la vida hermanos de nuestros padres. José Andrés, un padre empleado importante de la firma de Ramón Corripio, era un intelectual, educado, leído, muy leído, culto y era también un desafecto del régimen dictatorial de Rafael Trujillo Molina.
José Andrés, su padre y Luis del Castillo Morales auspiciaron el ingreso nuestro a la “Logia Cuna de América” la institución masónica más antigua de la República Dominicana, que era en realidad un centro cultural del cual formaban parte destacadas figuras de la vida profesional de diferentes sectores que nos ayudó profundamente a la formación de las profesiones que hemos ejercido desde hace tantos años, como son las de maestro, periodista y abogado.
En ese largo trayecto de la vida, terminamos la carrera de derecho, pero José Andrés no ejerció por mucho tiempo, a diferencia del autor que ha ejercido desde hace más de 40 años.
El se dedicó desde 1966 a la educación en el campo universitario cuando fundó la escuela de administración de la Universidad Pedro Henríquez Ureña, realizando una serie de actividades, en varias academias universitarias, siendo designado en el año de 1994 director de CONES que hoy es el Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología en el año de 1996, y más adelante fue designado secretario de Estado de Educación en el último gobierno de Joaquín Balaguer.
¡Adiós José Andrés! Hermano del alma, ciudadano ejemplar, valioso, que serviste a tu patria, al pueblo dominicano con una entrega real, auténtica, absoluta, de dignidad y comprensión. Elizabeth tu esposa, tus hijos, tus nietos y bisnietos, llevarán en su memoria la imborrable satisfacción de que tú fuiste esposo, padre, abuelo, bisabuelo como te recordarán también los miles de estudiantes, mujeres y hombres, que con tu ejemplar bondad ayudaste a obtener un título universitario.