Jorge Eliecer Gaitán
Por: HECTOR SILVESTRE HIJO
Jorge Eliecer Gaitán, fue, sin espacios a la exageración, uno de los líderes políticos de mayor arrastre popular a lo largo y a lo ancho de toda la historia Americana.
En 1924, Gaitán obtiene el título de Doctor en Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Colombia, con la controversial tesis titulada «Las ideas socialistas en Colombia», más tarde, en 1927, Doctor en Jurisprudencia en la Real Universidad de Roma. Su tesis: «El criterio positivo de la premeditación», Magna Cum Laude, logra graduarse con honores.
El 6 de diciembre de 1928, más de 5 mil trabajadores iniciaron una protesta en contra de las pésimas condiciones de trabajo que imponía la United Fruit Company, una firma multinacional estadounidense, en la región de Ciénaga, en el departamento del Magdalena, Colombia.
De inmediato un fuerte contingente militar de las Fuerzas Armadas, dirigido por el General Cortés Vargas, abren fuego contra la multitud. Cientos de manifestantes son vilmente asesinados. Este horrendo episodio es conocido en la historia colombiana como «La masacre de las bananeras».
En el Congreso, Gaitán es el primero en pronunciarse en contra de la matanza. Él mismo se traslada al lugar de los acontecimientos para palpar con su propia mirada la realidad. Sus intervenciones en el Senado en favor de los trabajadores y de las familias de las víctimas elevan su prestigio popular. Se gana el título de: «El Tribuno del Pueblo».
Gaitán fue congresista en varios períodos que abarcan desde 1929 a 1948; En 1931 fue elegido presidente de la Cámara de Representantes y presidente de la Dirección Nacional Liberal; En 1936 asume la alcaldía de Bogotá; Rector de la Universidad Libre de Colombia (1936-1939); En 1939 fue magistrado de la Corte Suprema de Justicia; Encabeza el Ministerio de Educación en 1940, preside el Senado en septiembre de 1942 y en 1944 dirige el Ministerio de Trabajo.
Eliécer Gaitán, líder del partido liberal, eran un demócrata de tipo revolucionario.
Gaitán promovió una línea política antioligárquica. A través de una de sus principales consignas: «por la Restauración Moral y Democrática de la República», Eliécer persiguió un proyecto político que pretendía combatir tanto a la oligarquía liberal como a la conservadora.
Según Gloria Gaitán, su única hija, en un memorando con fecha 13 de agosto de 2010, expresa lo siguiente: «El propósito del doctor Jorge Eliécer Gaitán era convertir al Partido Liberal en el partido del pueblo, donde estuvieran unidos el pueblo liberal, el pueblo conservador y el socialista, mientras que la oligarquía liberal debía trasladarse a las toldas del partido conservador».
En ese sentido, y como forma de expresar su visión de la realidad política y de su sentido de sensibilidad y justicia social, Jorge Eliecer Gaitán afirma: «¡El hambre no es liberal ni es conservadora!»
Con su famosa frase: «¡A la carga en contra de la oligarquía!», Gaitán entusiasma a las masas populares, pero al mismo tiempo pesca poderosos enemigos.
Ningún hombre había conectado tanto con las masas populares hasta que Gaitán entro en la escena política colombiana. Sus partidarios ahora lo llaman «El Jefe».
«La voz de Gaitán desata al pueblo que por su boca grita. Este hombre pone al miedo de espaldas… Dicen que cuando Gaitán habla se rompe la niebla en Bogotá; y que hasta el mismo san Pedro para la oreja y no permite que caiga la lluvia sobre las gigantescas concentraciones reunidas a la luz de las antorchas…Si no lo matan, Gaitán será presidente de Colombia. Comprarlo, no se puede…», escribe Eduardo Galeano en uno de sus artículos.
En su oratoria Gaitán prepara al pueblo para la lucha, en uno de sus discursos en el teatro municipal de Bogotá, sostiene: «Ninguna mano del pueblo se levantará contra mí y la oligarquía no me mata, porque sabe que si lo hace el país se vuelca y las aguas demorarán cincuenta años en regresar a su nivel normal. Si avanzo seguidme, si retrocedo empujadme, y si me matan vengadme».
ESTALLA EL BOGOTAZO…
El 9 de abril de 1948, Jorge Eliécer Gaitán, el hombre que había dicho «yo no soy un hombre, yo soy un pueblo», mientras salía del edificio Agustín Nieto, en donde funcionaba su despacho, recibió tres balazos en la espalda que le provocaron la muerte. El asesino material: Juan Roa Sierra.
La noticia del crimen que acabo con la vida de Gaitán se expandió con la velocidad de un rayo y el pueblo, ante la impotencia de ver herido de muerte a su máximo líder, perdió la razón.
Juan Roa Sierra es asesinado por la multitud enloquecida en señal de venganza. Su cuerpo es arrastrado por las calles y puesto frente a la casa de gobierno. Los edificios públicos y los tranvías son quemados. Se asaltan los negocios, las ferreterías son saqueadas, el pueblo se arma con machetes, destornilladores, martillos.
La muerte de Gaitán partió la historia de Colombia en dos. Surgen las guerrillas, en los próximos siete años, a partir de abril de 1948, mueren más de 300 mil personas víctimas de la violencia entre las autoridades y sectores populares radicalizados.