Imposible sentirse extranjero en NY

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NUEVA YORK.- El arte moderno tiene en Nueva York uno de los bastiones más importantes del mundo. Centros como el MoMa consiguen que los jóvenes artistas tengan en esta ciudad su objetivo profesional. Y en el caso del esteponero Javier Infantes, fue la ciudad en la que se consagró como pintor. Allí lleva siete años, en los que ha conseguido hasta ahora el sueño de todo artista: vivir de su talento.
«Anteriormente pasé otra etapa breve de tres meses en septiembre de 2002, justo un año después de la tragedia de las torres gemelas. Supongo que uno acaba en Nueva York por infinitos motivos. Aquí llegan personas de todos los rincones del mundo con sueños, energías, propuestas múltiples y variadas que revitalizan la ciudad a cada segundo. Nueva York es un ser vivo», afirma Infantes.
Sus primeros años allí tuvo que compaginar su labor como artista con otros trabajos para ganar algo de dinero, aunque procuró hacerlo en empleos creativos. «En los primeros años estuve remodelando apartamentos encargándome de todo lo concerniente a pintura y contando con algunos ayudantes. Ademas trabajaba codo con codo con carpinteros, electricistas o albañiles. Aprendí mucho», explica este pintor , que aprovechó la experiencia con estos materiales par añadirlos a sus obras.
Su adaptación a Nueva York fue rápida. Pese a tener la fama de ser la ciudad que nunca duerme, Infantes cree que es una urbe que se adapta a todo el mundo. «Eso depende ya de uno mismo, de lo que quieras alargar la noche y hasta donde quieras llegar», bromea.
«Nunca me sentí extranjero aquí, precisamente por ser una ciudad fundada por inmigrantes. No han dejado de llegar personas de todo el mundo a lo largo de sus más de 400 años de historia. En un lugar así, que recibe tantos turistas a lo largo del año como toda España, es fácil aclimatarse», confiesa Infantes.
Si hay una exposición que este artista esteponero recuerda con cariño es la de la Waterfall Mansion de Manhattan. Seleccionaron a más de 70 artistas para exponer en sus cinco plantas e Infantes compartió obra con Warhol, Murakami, Robert Indiana o Nan June Paik.
«La verdad es que es un honor formar parte de este evento tan único y exclusivo», asegura.
Infantes no olvida su ciudad y cada año o año y medio intenta escaparse para pasar una temporada en Estepona. «Lo mas importante que tiene uno en la vida que es su familia», afirma el artista, quien asegura echar de menos la comida, el mar Mediterráneo, la arquitectura y la cultura española. Por otra parte, sus años en Estados Unidos confirma que los norteamericanos que viajan a España sí conocen la Costa del Sol. «De los que van, puedes encontrar quien pasó por Puerto Banús, Fuengirola, Torremolinos o Málaga. Alguno conocía Estepona aunque en menor medida», añade.
La barrera idiomática no fue un problema para Infantes, ya que tuvo una experiencia previa en Londres durante 6 meses.
«En EEUU el acento es muy diferente, hasta el vocabulario y las expresiones. Pero asistiendo a clases de inglés y con lo que se aprende en el día a día conversando, se sale adelante. De todos modos no hay que olvidar que en Nueva York hay mas hispanohablantes que en la ciudad de Barcelona y que en los EEUU hay mas que en toda España», sentencia el artista, quien aún no tiene claro si volverá a vivir en España: «Los planes hay que hacerlos a corto plazo y vivir intensamente. A partir de ahí, ya veremos».
Fuente: SUR.es
jt/am

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