Impacto del COVID-19 en la educación de RD (OPINION)
La pandemia del coronavirus (COVID-19), sin lugar a dudas, tuvo un trascendental impacto en los aspectos cuantitativos y cualitativos de los diferentes niveles y sectores de la educación dominicana, desde su inicio en marzo del 2020; con el vaticinio de que tendrá significativa repercusión el próximo año 2022.
Todos los niveles y sectores de la educación pre–universitaria fueron severamente afectados por el COVID-19; no obstante la gran inversión económica y el esfuerzo realizado con la implementación de la educación a distancia por radio, TV y virtual por internet, la calidad y efectividad del proceso enseñanza-aprendizaje durante el año lectivo 2019-20 fue muy deficitario y, principalmente, limitado a los estudiantes de la clase media residentes en zonas urbanas.
Incluso, el personal docente y administrativo de los centros de estudios públicos estuvo ausente de las aulas hasta septiembre de este año; mientras que los profesores de algunos colegios privados, con ciertas falencias tecnológicas, trabajaron solo con estudiantes del cuarto nivel de la primaria en adelante.
También el COVID-19 tuvo incidencia en la salud de la comunidad educativa, provocando contagios y muertes de varios profesores y contribuyó con la deserción escolar en el 2020 y en la primera fase del presente año escolar. Todavía se sienten los temores al contagio y consecuencias del COVID-19 entre estudiantes y profesores, las que se proyectan para buena parte del 2022.
Con claras evidencias, la secuela del COVID-19 impactó en forma negativa en la calidad de la educación, produjo importantes lagunas en los saberes, disminuyó el aprovechamiento de las horas-docentes y también redujo las matrículas y asistencia a clase de los estudiantes en los diferentes niveles de la educación pre-universitaria.
Las consecuencias negativas del COVID-19 se reflejaron en similar magnitud en la educación superior, lo cual se visualiza a través del cierre de las aulas universitarias durante varios meses consecutivos en el 2019, los múltiples problemas que obstaculizaron la educación virtual, la masiva deserción estudiantil en las universidades tanto públicas como privadas y las dificultades que aún se confrontan para retornar a la educación presencial, el próximo año 2022.
Estudios realizados por el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCYT), en el primer cuatrimestre del 2021, identificaron a más de 158 mil la deserción de estudiantes universitarios tanto en las universidades públicas y privadas.
Las grandes limitaciones de herramientas tecnológicas apropiadas y la falta de buena conectividad al internet así como los temores al contagio con el COVID-19 fueron las causas que identificó el MESCYT para que más de 40 mil estudiantes no se reinscribieran para continuar sus carreras en el recién finalizado semestre en la UASD.
Gracias a los efectos positivos de la vacunación y otras disposiciones sanitarias que, indudablemente, están reduciendo los niveles de contagios y muertes por el COVID-19, las autoridades universitarias y el MESCYT aspiran y gestionan volver a la educación presencial en las aulas, partir de enero del 2022, tomando las debidas precauciones.
Por ejemplo, ya las autoridades de la UASD dispusieron que el 60 % de la docencia será presencial (en especial las asignaturas que requieren horas de prácticas y de laboratorios) mientras que el restante 40 % continuará en forma virtual.
Es indiscutible el trascendental rol que desempeñan la salud y la educación como pilares esenciales para la buena productividad económica, el progreso y modernización de la sociedad, razón por la cual las autoridades gubernamentales, la comunidad educativa, en especial las autoridades de la educación pre-universitaria y universitaria, tienen que enfocarse y sin escatimar esfuerzos, en la ingente tarea para que el sistema educativo dominicano retorne a su normalidad, en el transcurso del próximo año 2022. ¡Así lo demanda el futuro de la Patria!
jpm-am