Gobierno boricua guarda silencio ante reclamo cruceros muelle San Juan
SAN JUAN (Prensa Latina).- El gobierno puertorriqueño guarda hoy silencio ante el reclamo de cuatro empresas de cruceros interesadas en el manejo de los muelles turísticos de San Juan, en vez de entregársela a dos grupos corporativos.
Las compañías enviaron hace más de un mes una misiva a la gobernadora Wanda Vázquez Garced expresando su interés en invertir en la reparación de los muelles, ante la insuficiencia fiscal del gobierno isleño, en lugar de que se cree un monopolio corporativo que redundaría en el aumento del costo por los derechos de atracar.
En la carta del pasado 16 de enero, ejecutivos de las empresas Carnival Corportation & PLC, MSC Cruises, Norwegian Cruise Line Holdings y Royal Caribbean Cruises, las empresas recuerdan que las visitas de sus pasajeros permite inyectar anualmente a la economía de Puerto Rico más de 200 millones de dólares.
Las cuatro compañías, que controlan el 95 por ciento del tráfico de cruceros en esta isla del Caribe, están convencidos que son la opción correcta para realizar las mejoras necesarias para optimizar los muelles turísticos de la capital puertorriqueña.
La experta en la industria de turismo de cruceros Daphne Barbeito manifestó en una rueda de prensa que hay un temor justificado de las empresas navieras de que se incrementen los costes por pasajero si se crea un monopolio para el control por las próximas décadas de los muelles.
La Autoridad de Puertos, que mantiene un hermetismo sobre el proceso de privatización ha reconocido que impulsa una Alianza Público Privada con la empresa Global Ports Holding para administrar todos los muelles de la bahía de San Juan, donde hará una inversión multimillonaria.
Los términos y extensión de los acuerdos entre el gobierno y las empresas se desconocen, situación que ha conducido a las empresas de cruceros a anticipar su salida de Puerto Rico después de años de relación comercial.
Barbeito y otros sectores de la industria, como la Asociación de Comerciantes del Viejo San Juan y el empresario Rafael Oller, se encuentran alarmados ante la posibilidad de que se corte esta vía de inyectar dinero a la economía isleña y en particular a la histórica ciudad.
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