Fraude electoral y voto electrónico
En nuestra era democrática, los únicos certámenes electorales, que no se denunciaron fraudes con pruebas, que pudieran cambiar los resultados a favor o en contra de determinados candidatos, fueron los torneos de 1962, 1982, 2000, 2004 y 2008.
Entre los más notables tenemos el de 1978, en que el presidente Joaquín Balaguer empecinado en mantenerse en el poder, llegó al extremo de enviar a las instalaciones de la Junta Central Electoral un contingente militar con órdenes precisas de interrumpir el conteo de los votos y alterar los resultados.
La intervención de los EEUU, evitó un baño de sangre. En las elecciones del 1990, Balaguer repitió otro fraude colosal en contra de Juan Bosch.
Ambos líderes se proclamaron ganadores, causando una crisis post electoral, con encendidas protestas y acusaciones de fraudes, que les sirvieron de inspiración al Dr. Leonel Fernández para escribir el libro: «Raíces de un poder usurpado» publicado en 1991.
En dicha obra, el joven León afirmó que el Dr. Balaguer había obtenido cada una de sus victorias electorales de forma fraudulentas.
Al poco tiempo, se arrepintió y retiro todos los libros del mercado para comenzar a buscar el lado de Balaguer.
Esta actitud le permitió recuperar la confianza y danzar entre los dos viejos líderes, quienes lo adoptaron como el hijo heredero.
El príncipe llego al trono en el año 1996. Comenzando por despojar al pueblo de todos los bienes del Estado, seguido por el tráfico de influencia, una corrupción rampante.
En el torneo electoral del 2012, el PLD repitió su patrón de fraudes, el cual llevó al candidato del PRD Hipólito Mejía, a denunciarlo ante la Organización de Estados Americanos (OEA).
Inseguridad del voto electrónico
Un sistema electoral tiene que cumplir dos funciones: definir al ganador y convencer al perdedor de que efectivamente perdió. Eso solamente se logra con un sistema transparente, auditable, controlable y que no deja márgenes de duda.
La gran mayoría de los países desarrollados, con avanzado desarrollo tecnológico y capacidades científicas, han abandonados el uso del voto electrónico, por considerarlo inseguro.
Un estudio de las Academias Nacionales de Ciencias, de Ingeniería y de Medicina de los EEUU titulado «Securing the Vote: Protecting American Democracy», difundido en un comunicado de prensa publicado en el sitio Nexciencia.
Recomienda que “tan pronto como sea posible” se eliminen las máquinas de votación que no permiten la auditoría manual de los sufragios. Los académicos sostienen que ninguna tecnología electrónica actual es capaz de garantizar el secreto del voto ni tampoco la verificabilidad del resultado de la elección.
Alemania, Reino Unido, Finlandia, Irlanda y Holanda, que habían optado por el método electrónico, debido a la falta de seguridad, lo abandonaron para volver a la boleta de papel.
En España. A mediados de 2017 el Gobierno descartó implantar el voto electrónico, a nivel nacional, por el temor a la influencia de la ciberdelincuencia.
En Filipinas en el 2017, el Departamento de Justicia acusó a personal de Smart Matic (empresa que vende tecnología a gobiernos para procesos electorales) de haber participado en un fraude electoral en las elecciones nacionales del 2016.
La Junta Central Electoral, un organismo que es controlado por el gobierno, utilizará equipos tecnológicos proporcionados por Digiworld SRL, una empresa que quedó inhabilitada por el lapso de un año en el 2012 debido a un incumplimiento de contrato con el Estado.
Por tal razón, diversos sectores de la sociedad han mostrado preocupación antes Los peligros, que acechan a la próxima contienda electoral.
Entre ellos, el capítulo de Transparencia Internacional en el país, que ha advertido que este método puede vulnerar el derecho al voto de miles de ciudadanos.
Lic. Elías Samuel Rosario Mata de
Abogado, residente en Panamá