OPINION: Expulsar a Morrobel, una aventura infeliz
Los “aliados” de los partidos políticos deben mantenerse siempre al margen de las luchas internas de dichos partidos. En buen cristiano, esto significa que si yo apoyo al PLD como aliado, no tengo derecho ni debo inmiscuirme en sus problemas internos; yo no soy “leonelista” en contra de Danilo o “danilista” en contra de Leonel. Yo solo soy “aliado” del PLD, y punto. Eso es lo que manda la ética.
Pero me voy a tomar una licencia y presentaré mi punto de vista sobre un asunto propio del PLD. Lo voy a hacer porque considero que esto, en vez de dañar, puede contribuir al fortalecimiento de la formidable maquinaria política que es el partido de la estrella amarilla.
Nunca he tenido arreglos políticos o personales con Gregorio Morrobel. A lo más que hemos llegado es a intercambiar opiniones, una que otra vez, y siempre de manera pública. Se puede decir que prácticamente, no nos conocemos. Ahora, yo sí conozco de las actividades políticas de Morrobel. Y entiendo que mientras fue Encargado de Asuntos Electorales del PLD, el partido tuvo un roll más que honroso en Nueva York.
Por eso me sorprende de la noticia que da cuenta del rechazo que la dirección del PLD -no se en que instancia- dio a la propuesta de expulsarlo de manera formal. Me sorprendo porque no entiendo cómo puede haberse generado tal desconcierto dentro de la dirección local y llegar a proponer un desaguisado de esa magnitud. Porque el hecho en sí acusa un gran desconocimiento de la situación actual de la comunidad dominicana residente en USA.
Según pude saber -siempre de manera extraoficial- a Morrobel se le acusa de “trabajar para el triunfo de candidatos que no son del PLD”. Supongo que se referirán a los diputados del Exterior, porque si hay alguien a quien siempre vimos en los medios defendiendo la candidatura de Medina, fue a Gregorio Morrobel.
Yo mismo, que aposté a Danilo a través del grupo semi-externo Gran Alianza Nacional (GANA), nunca creí que mi trabajo debió dirigirse a las candidaturas congresuales, simplemente porque ese no era el acuerdo concebido originalmente. Mi compromiso era que Danilo ganara con el mayor % posible en Nueva York. Pero fallamos, sin embargo se lograron 2 diputados con la alianza, en lugar de uno, como la vez anterior.
Esta realidad no me autoriza a buscar un chivo expiatorio para explicar por qué Danilo no sacó más votos, a pesar de ser el presidente-candidato con menor tasa de rechazo y mayor simpatía popular. Más bien me mueve a un acto de contrición política; porque todos fuimos advertidos de la situación electoral, por un comunicado que firmara en su momento el Frente de Taxista del PLD en Nueva York, donde se explicaba al dedillo la situación electoral del partido.
Pero hay algo de mayor significación e implicación aun, y es el hecho de que la dirección del PLD, a pesar de que era el partido soporte de la gran alianza, prefirió colocar en el primer puesto de la lista de diputados del Exterior, al reconocido congresista Rubén Luna -sin dudas el más trabajador de los tres en la circunscripción #1- en lugar del dirigente peledeísta y también diputado Alfredo Rodríguez, que hizo buen trabajo legislativo.
Si interpretamos correctamente el meta-mensaje, hay que colegir que la dirección del PLD prefería al aliado Luna del PRD, por sobre el dirigente Rodríguez del PLD. Es más, si tan solo lográbamos un diputado -como pudo suceder- este sería del PRD y no del PLD. Ante ese hecho, no se puede acusar a Morrobel de conspirar contra las candidaturas del partido al Congreso Nacional, si es el propio partido que las margina, poniéndolas en segundo y tercer lugar, en la lista cerrada de los diputados del Exterior.
Es una verdad que nadie puede esconder. Por motivos que desconozco, la alta dirección del partido se sentía más cómodo con Rubén Luna que con Alfredo Rodríguez y apostaron a él. ¿Cómo pueden ahora penalizar a Morrobel?, por una falta que no es suya, digo, si es que es una falta y no un plan previamente concebido. Supongo que el PLD tiene sus razones para ese comportamiento, y no espero que me lo expliquen, esos son asuntos internos.
Pero por demás, a Morrobel nunca se le vio en actividades de candidato alguno fuera de los de su partido, el PLD. Donde sí se distinguió él, fue manteniendo una propaganda permanente en los medios -inclusive por encima de la de su propio partido- en favor de la candidatura de Danilo Medina.
Pienso que es una mezquindad que raya en la vileza, pretender buscar la “derrota” en el accionar de un dirigente que solo ha aportado trabajos al PLD. Si quieren analizar los resultados del 15 de mayo en Nueva York, repito, denle una miradita a la carta que el Frente de Taxistas del PLD dirigió a la dirección local del partido, donde Ernesto Méndez y David Polanco, presidente y secretario general de dicho organismo, analizan pormenorizadamente la situación del partido en NYC y sus posibilidades.
Por suerte, se impuso la sensatez y esa gran injusticia no se materializó. Porque si hay algún político que la comunidad dominicana -no “diáspora” como falsamente sostienen algunos- identifica y reconoce como dirigente natural del Partido de la Liberación Dominicana, se llama Gregorio Morrobel.
Probablemente el ex Encargado de Asuntos Electorales del PLD me desautorice a publicar estos párrafos, para evitar mayores confusiones; pero debe saber él, que el espíritu de la democracia es discutir las contradicciones para que la verdad brote, como pregonaba don Juan. En adición a esto, todo el mundo sabe que siempre digo lo que pienso y respeto los acuerdos con los aliados, aunque ellos nunca lo han reciprocado.
¡Vivimos, seguiremos disparando!
wj/am