ESTADOS UNIDOS: Trump sigue imparable y Sanders sorprende en Michigan

Trump amplía su ventaja y Rubio no levanta cabeza

En el bando republicano, el magnate Donald Trump ha cumplido con lo previsto y se ha alzado con el triunfo en Misisipi. Trump ha alcanzado un notable 47,5% del apoyo y 20 delegados, seguido por su principal rival, Ted Cruz, que ha obtenido un 36,4%. Reseñable es sobre todo el resultado del tercero en discordia, Marco Rubio, que tan solo ha logrado un 5%.

Además, Trump se ha llevado la victoria en el importante estado de Michigan, que en el Partido Republicano otorga un total de 59 delegados. El magnate ha hecho valer su favoritismo y se ha alzado con un 36,8% de los votos, muy por encima de Ted Cruz y John Kasich, que se han tenido que conformar con un 24,7% y 24,3% respectivamente. Al igual que ocurriera en Misisipi, Marco Rubio ha obtenido unos decepcionantes resultados, con solo un 9,2% del apoyo.

Tras conocer las dos nuevas victorias, Trump ha agradecido el apoyo de los votantes de Michigan y Misisipi y ha avisado a sus rivales de que, aunque se estén gastando «una cantidad enorme de dinero» en desprestigiarle, él va a ser el candidato del Partido Republicano a la Casa Blanca.

«Todos y cada uno de los que me han atacado brutalmente están cayendo. Empezamos siendo diecisiete (precandidatos republicanos) y quedamos cuatro, y no lo están haciendo muy bien esta noche», ha señalado Trump en una rueda de prensa en Jupiter (Florida).

Uno de estos rivales es Marco Rubio, que con los malos resultados logrados este martes se aleja aún más de Trump y Cruz y ya se ha rumoreado con una posible renuncia del senador por Florida. Sobre este tema, Trump ha indicado que «ha sido una mala noche para el ‘pequeño Marco’, pero será él quien tome la decisión».

El que todavía parece querer resistir al empuje de Trump es Cruz, que se ha llevado el triunfo en Idaho, estado que reparte 32 delegados. El senador por Texas se ha impuesto claramente, con un 43% de apoyo, seguido por Trump y Rubio.

Además de Misisipi, Michigan e Idaho, los republicanos también han celebrado caucus en Hawai.

Sanders da la sorpresa en Michigan y resiste ante Clinton

Por el Partido Demócrata, Clinton se ha apuntado rápidamente el triunfo en Misisipi con una abrumadora diferencia. La exprimera dama ha obtenido un 83% de los votos, muy lejos del 16,2% logrado por su rival. Tal y como se preveía, el importante apoyo del colectivo afroamericano hacia Hillary parece haber decantado enormemente la balanza.

Sin embargo, la sorpresa ha saltado poco después en el estado de Michigan. Rompiendo todas las previsiones, Sanders ha logrado un importante triunfo en Michigan, estado que otorga 147 delegados. El senador por Vermont ha logrado un 50% de los votos, ligeramente por encima del 48% obtenido por Hillary Clinton.

Aunque se trate de un estrecho margen y la diferencia de delegados sea escasa, es una victoria psicológica para Sanders, que le refuerza en su intención de plantar batalla hasta el último momento. Más aún si se tiene en cuenta que días antes se hablaba de una diferencia de 15-20 puntos en Michigan favorable a Clinton.

Tras conocerse la victoria, Sanders ha querido agradecer a sus votantes el apoyo y destacar el giro inesperado de los acontecimientos. «Los medios corporativos nos habían descartado. Los encuestadores decían que estábamos muy atrás. Pero ganamos. Gracias, Michigan», ha indicado el senador.

La vista ya está puesta en Florida

En el bando republicano, las miradas están ya puestas en la jornada del 15 de marzo, en la que se celebrarán primarias en Florida, Ohio, Carolina del Norte, Illinois y Misuri.

Ese ‘segundo supermartes’ servirá para evaluar si los esfuerzos del establishment para frenar a Trump surten efecto, especialmente si Rubio es capaz de ganar en Florida, el estado por el que es senador, y si John Kasich, el cuarto aspirante en liza, hace lo propio en su casa, Ohio.

Ese día, además, las primarias republicanas se regirán por el sistema winner-takes-all: el vencedor se llevará todos los delegados en juego, en lugar de repartirse de forma proporcional, como ocurría hasta ahora. Si Trump consigue ganar en Florida y Ohio, no solo eliminaría a dos de sus últimos competidores, sino que se acercaría a una victoria matemática.