Equilibrar ingresos y gastos
Actualmente hay ideas encontradas entre economistas y financistas respecto a formular y ejecutar elPresupuesto General de la Nación. Por un lado unos favorecen que el presupuesto sea expansivo sin importar que el mismo se financie con excesivas deudaspúblicas,privilegiando los gastos por encima de los ingresos, provocando déficits fiscales y, por el otrolos que apoyan implementar un presupuesto equilibrado, en el que se recorten y se eficienticen los gastos fiscales, priorizando la calidad del gasto público. Los primeros son de criterio de que un presupuesto expansivo favorece el crecimiento y el bienestar, mientras que los que defienden el control y la calidad del gasto público esgrimen el criterio de que losingresos no son el problema sino los gastos financiados con deudas públicas, que más temprano que tarde se convierten en más impuestos. Impuestos que debe honrar mayormente la población de clase media la cual se constituye en el jamón del sándwich, es decir, el grupo social que más consume y paga impuestos,entre trabajadores pobres y ricos empresarios con capacidad,estos últimos,de trasladar los impuestos a otros sectores que les imponen pagar las autoridades gubernamentales. Los que defienden la primera premisa, es decir, la expansión del gasto, pudiesen tener razón en un país institucionalmente fuerte, no así en países como la República Dominicana donde impera la debilidad institucional, donde no hay garantía de que ese gasto excesivo se destine a favor de los más necesitados o se garantice la calidad de los servicios públicos como sucede en países desarrollados. Se ha demostrado históricamente que si se controlan los gastos y costos de una persona, hogar, institución o naciónel éxito estará garantizado pues a través de un estilo de vida frugal se alcanzan objetivos y metas con menores costos financieros, menos estrés, menos hambre, menos insalubridad y menos dependencia financiera. Se podrá defender el gasto excesivo, generador de déficits fiscales, financiados mediante deuda pública y más impuestos, pero nadie absolutamente nadie podrá garantizar de que los mismos vayan a proporcionar una mejor calidad de vida más aún si se trata de gastos públicos administrados por países desorganizados donde prima la corrupción, el clientelismo político y el tráfico de influencia (variedad de corrupción). Cuando se debe dinero se he dependiente, desaparece la tranquilidad, no se concilia bien el sueño y la salud se deteriora y, en el caso de una nación gran parte de lo que se produce se destina al pago del servicio de la deuda, restándole recursos financieros a la educación, salud, viviendas, agua potable e inversiones en proyectos a favor del bien común. De manera, que se hace necesario como dicen los contadores que se cuadren los ingresos y los gastos y que los mismos se equiparen entre ellos, a los fines de evitar gastar primero yluego planificar los ingresos, cuando debe ser todo lo contrario. Es un error garrafal que se planifiquen los ingresos en base a dádivas, donaciones, deudas e impuestos desconsiderados sin que se tome en cuenta el ahorro nacional, el cual se traduce en aumentar la productividad y la competitividad de los agentes productivos lo que al final mejorará los salarios, el ahorro,el consumo, la inversión, la producción yel empleo. Hay que evitar defender un presupuesto equilibrado forzado, a base de financiar faltantes o déficits del mismo a base de deudas y más deudas lo que al final se hace insostenible, llevando a un país a la involución en perjuicio del desarrollo humano. El año 2013 el déficit fiscal cerró en un 3.6% rompiendo la meta de un 2.8%del PIB y la tendencia de este año es cerrar con un déficit por encima de esta última de la meta de 2.8% del PIB de seguir el aumento de los gastos financieros. Las finanzas dominicanas están enfermas, casi en cuidados intensivos. Hay quehacer esfuerzo o hacer lo imposible para salir del hoyo financiero dejado por las pasadas autoridades de más de RD$187,000 millones y evitar el continuo aumento sostenido de la deuda que hoy se engendra con más préstamos los que alcanzan la friolera suma de US$30,000 millones o el 45%del PIB con tendencia a cerrar el año 2014 con un 50% del PIB, lo cual traerá consecuencias impredecibles. Que se abogue por un presupuesto equilibrado mediante el control de los gastos superfluos y no a través de más deudas e impuestos empobrecedores. Que se equilibren ingresos y gastos. felix.felixsantana.santanagarc@gmail.com