¿Eliminar la OISOE o combatir la corrupción?

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EL AUTOR es periodista. Reside en Santo Domingo.

Poe ROBINSON R. GALVEZ LAY

 

Desde que tengo uso de razón, pero sobre todo desde que inicié hacer opinión pública en los medios de comunicación, he estado escuchando sobre la corrupción administrativa en nuestra sociedad.

Esta es una realidad, que al pasar el tiempo, querramos o no aceptar y muy lamentablemente hasta es parte de nuestra idiosincrasia. Lo peor de todo es que nuestros políticos, al más alto nivel, han contribuido con el crecimiento y alimento de esta fatalidad. Lo que no podemos seguir aceptando.

Soy de opinión de que esta entidad (que para lo que fue creada es de mucha importancia), no debe ser eliminada, como piden miembros de la famosa Sociedad Civil, debido a que con esta acción, y ellos deben pensarlo, sobre todo porque piden hasta la saciedad combatir la corrupción, no se combate la corrupción, sino que estaríamos contribuyendo a la eliminación del combate mismo a esta.

Es preferible combatir la corrupción, que eliminar la institución. El asunto no es castigar la institución, es escarmentar al hombre, porque si a eso vamos, estaríamos cerrando el país, y hasta el Palacio Presidencial, porque todos recordamos, en un pasado reciente, lo que sucedió con los inquilinos de los Gobiernos anteriores.

La OISOE fue creada en diciembre de 1986, bajo el decreto No. 1261-86-484, con el nombre de Oficina Coordinadora y Fiscalizadora de Obras del Estado, cuyo único fin era coordinar y fiscalizar las construcciones u obras del Gobierno de entonces. Con el tiempo cambió de nombre y hasta del objetivo principal de su creación.

Esta institución estatal, al parecer fue creada en desmedro y perjuicio del Estado dominicano mismo, por los tantos escándalos de corrupción que la han caracterizado, dirigida y compuesta por personas sin responsabilidad gubernamental, sin la más mínima noción de la repercusión futura, producto de su accionar ante ella, sin consciencia, y hasta sin escrúpulos. Muestra de ello tenemos de sobra.

Vemos con muy buenos ojos que hayan detenidos claves en este caso-escándalo de corrupción, pero es un clamor de la sociedad de que no son todos los que están, ni están  todos los que son, por la simple percepción de que en este país los “pejes grandes” no caen. Qué barbaridad!

El primer director general de esta famosa institución, nombrado por el doctor Balaguer, fue el ingeniero Rafael Vitelio Bisonó, y lo que se ha visto es que desde él hasta Miguel Pimentel Kareh, es mucho lo que se ha hecho en ella, sin que haya un culpable de renombre.

INICIO DE LA DESGRACIA

En 1987, específicamente el 25 de noviembre de 1987 y bajo el decreto No. 590-87, fue creada la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado, adscrita al Poder Ejecutivo, esta con el único objetivo de supervisar las construcciones de aquellos proyectos de infraestructura en todo el territorio nacional, para su remodelación, reparación y cubicaciones de pagos de las obras realizadas por el Estado.

Por último, la OISOE tuvo su catapulta a la desgracia en agosto del año 2000, cuando a través del decreto No.446-00 el presidente de entonces, el ingeniero agrónomo Hipólito Mejía, dispuso que todas las responsabilidades y bienes asignados a la Oficina Coordinadora y Fiscalizadora de Obras del Estado, quedara a cargo de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado, adscrita al Poder Ejecutivo.

Para esta fusión de estas instituciones, fue designado una persona de la entera confianza del presidente Mejía, el ingeniero francomacorisano Hernani Salazar, cuya gestión no salió del todo bien, pero de la OISOE saltó al Senado de la República, igualito como pasó con Félix Bautista, a diferencia que uno compró la curul y el otro la logró con el voto.

Obviamente todo para lo que fue creada, con el tiempo se fue diluyendo y hasta quitándole la responsabilidad e importancia que tenía al inicio, desvirtuando los presupuestos, poca transparencia en las propias obras que ejecuta, mermando la credibilidad por la poca transparencia ante la sociedad, y otros factores que ojalá tenga suerte de dejar atrás.

La OISOE no debe ser eliminada, eliminado debe ser el que incurra a malas prácticas en ella.

robinsongalvez31@gmail.com

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