El siglo de la decadencia estremecido por el pánico
“Que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.” San Pablo Apóstol
Falsas vías de escape. Acaban de matar a un pastor evangélico en Boca Chica. En San Francisco de Macorís la peste china ataca inmisericordemente, mientras los fanáticos se burlan de las autoridades desafiando la ley y contaminando a otros. Se sacude la psicóloga del miedo. Se propaga por el mundo la explotación del terror. El mundo se va a la deriva. Una madre llora por su hijo que no lo puede enterrar. Las autoridades sanitarias lo queman y lo lanzan en una fosa común.
Un desequilibro psíquico y mental en este siglo de la decadencia. Los fantoches de la espiritualidad no aparecen. Se esconden porque no tienen solución para nadie. Una generación de irrespetuosos y suicidas. Estamos en un Armagedón de inicio. Sucumbe la tierra mientras los políticos no le encuentran soluciones a nada, porque lo de ellos es el figureo fuera de lugar.
Jamás generación alguna fue más privilegiada que la nuestra. Nos abrina envidado los hombres de cualquier otra época si tan solo hubieran podido soñar con los portentos del siglo pasado. Y nosotros no cambiaríamos la ciencia de hoy por la ignorancia siquiera de los “siglos de oro”, ni nuestros adelantos por su atraso. Pocos héroes del pasado, a quienes veneramos por su sublimidad, tuvieron tan buenas vías de acceso a tan elevadas cumbres como las que estimulan nuestro valor, resolución y tenacidad. Por tofo eso la humanidad actual podría muy bien exclamar con el poeta hebreo: ¡Es hermosa la heredad que me ha tocado”!
Muy por el contrario, sin embargo, nunca como ahora reinó en todo el mundo tanto temor, que se alimenta en la realidad actual de muchas crisis. Y en ciertos lugares y en determinados momentos, ese miedo se torna pánico, pues se vuelve evidente que lo que hace tenebroso el porvenir es la sombra inconfundible de una guerra bacteriológica como la que se ha desatado actualmente en el mundo.
Mucho se habló tiempos ha de la situación. Recuerdo que las cuatro libertades humanas fundamentales propuestas en la Carta del Atlántico – que origino la Organización de las Naciones Unidas (ONU)—figuraba la libertad del temor. Pero la libertad del temor implica la seguridad de la paz, y ésta no puede siquier4a concebirse en medio de los recíprocos insultos, recriminaciones y amenazas que día a día intercambian ruidosamente las potencias, los políticos con facha de embusteros y los renegados que desea ver a todos los seres humanos convertidos en reptiles como ellos son.
Por desgracia, ni en el hogar, ni en lo recóndito de la conciencia parece abundar la seguridad, el único antídoto contra el temor. En Cotuy, pueblo donde viví mi adolescencia, miro como el Hogar de Ancianos se desmorona en el abrir y cerrar los ojos; vemos como figuras políticas sin respetar el toque de queda se burlan y siguen en sus bacanales; como asesinos convictos los sacan de sus celdas para dormir en sus flamantes mansiones.
La incertidumbre empaña cada vez más las perspectivas de mayor número de millones de seres humanos y de no pocas naciones enteras. Esto se revela por todas partes de diversas maneras, y especialmente a través de la conducta extraña y las esperanzas absurdas de mucha gente.
Hay un profeta que en su tiempo le llamaron Isaías y en momentos difíciles cuando ningún profeta –como hoy—se atrevía a salir, puso las cartas sobre las ideas y le apostrofó a un pueblo inicuo e irrespetuoso: “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos», dijo Jehová.
Esta plaga china es el principio de dolores. Dios está haciendo un ensayo con nosotros, para cuando venga el aldabonazo verdadero nos encuentre listos.
Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios.
cafebambu76@gmail.com
JPM
efrain. tu eres un gran creyente de jehova, mas sin embargo, le esta echando la culpa de esta desgracia que esta afectando el mundo a lo chino. hasta ahora se sabe que la epidemia broto en china, pero científicamente nadie ha dicho donde nacio el virus. lo que si, yo estoy seguro, si el virus fue hecho por lo humano, o es, un desarrollo natural, el unico responsable de este desastre es jehova el todo poderoso que todo lo sabe y que todo lo ve.