El PRM, la JCE y el TSE
Tanto el secretario general como el presidente del Partido Revolucionario Moderno, Jesús Vásquez y Andrés Bautista, respectivamente, externaron su preocupación por la composición tanto de la Junta Central Electoral como del Tribunal Superior Electoral, a propósito de las elecciones del año próximo.
Me satisface que ambos dirigentes no hayan tocado el tema de las elecciones presidenciales, congresuales y municipales en el acto de juramentación de las nuevas autoridades de ese partido, convertido ya en una de las principales fuerzas políticas del país.
El comportamiento de los jueces de ambas entidades ha sido muy cuestionado durante los últimos años debido a la parcialidad mostrada durante los procesos electorales en favor del PLD y sus intereses estratégicos.
La JCE parece estar secuestrada por una mayoría mecánica de tres votos contra dos. El colega Orlando Gil habla de la Junta de Roberto Rosario y la Junta de Eddy Olivares. Con la diferencia de que la Junta de Eddy no maneja el presupuesto, la nómina, no controla los concursos de licitación de las obras, las compras, ni los departamentos fundamentales como cómputos, transporte, legal, financiero, etc. (En los hechos Eddy no tiene nada)
El TSE está secuestrado, igualmente, por el Partido de la Liberación Dominicana a través de su Comité Político. Su parcialidad en beneficio de los intereses del PLD y del gobierno son más que evidentes. Decenas de sentencias y resoluciones en beneficio de Miguel Vargas, socio de Leonel y del gobierno, y en contra de los verdaderos dirigentes morales y mayoritarios de esa organización.
Con esa JCE y ese TSE no es posible participar en unas elecciones democráticas. No hay ninguna garantía de pulcritud, transparencia y libertad. Nadie garantiza que de nuevo se utilicen los recursos del Estado, nadie garantiza que no se hagan fraudes, nadie garantiza que, al igual que la última vez, las Fuerzas Armadas, la Policía, el Ministerio Público, Ministros, Embajadores y Cónsules no salgan a las calles a comprar la voluntad popular sin que nadie lo impida.
En las elecciones venideras se elegirán más de 4 mil 200 cargos incluyendo el presidente y vicepresidente de la República. Se escogerán en esos comicios senadores, diputados, alcaldes y regidores.
La JCE tiene la facultad exclusiva de organizar y montar las elecciones, contar los votos y señalar los vencedores en todos los casos. (¡Peligro! Toda la estructura de ese aparado electoral está en manos del PLD. Gente capaz de cualquier cosa para mantenerse en el poder; es decir, para no ir a la cárcel)
“Elegidos” los 4 mil 200 y tantos diputados, senadores, alcaldes y regidores, el TSE tiene a su cargo la parte contenciosa, así como dirimir los conflictos de los partidos. ¿Se imaginan ustedes a los “jueces” del PLD en el TSE dilucidando todas las impugnaciones que pueden ser cientos, incluso miles? Serán esos señores, sin calidad moral, quienes decidirán quién es diputado, senador, alcalde o regidor.
Lo que es peor. Sus “sentencias” serán inapelables. Ese TSE, ya no la JCE, podrá darle el control del senado, la cámara de diputados al partido de su preferencia que lógicamente es el PLD.
Es por eso que el Partido Revolucionario Moderno y las organizaciones que integren la Convergencia, junto a la sociedad civil deben aglutinarse para orquestar una campaña nacional e internacional para que el Congreso, en manos del PLD, -¡que vaina!- destituya esos jueces y nombre otros de mayor credibilidad. (No sería la primera vez que eso ocurre en nuestro país)
Hay que impedir que nuevamente el PLD se robe las elecciones; hay que impedir que el dinero del Estado sea un factor decisivo; hay que impedir los fraudes, la compra de conciencia y el transfuguismo. Y eso solo se logra luchando por todos los medios, pues de lo contrario el año próximo acudiremos a una verdadera masacre electoral.
¡La democracia y la libertad estarán en juego en las elecciones del 2016!