El periodismo dominicano ¿al servicio de quién está?
Hace varias décadas en gran parte del mundo se vivía una efervescencia originada por líderes políticos y grupos musicales, que clamaban por un cambio de políticas sociales en sus países.
Dentro de esos grupos musicales se destacó el de Los Guaraguao, el cual entonaba una canción que se llama ¿Cristo al servicio de quien?, en alusión a las iglesias que no se acercan al pueblo.
La labor del periodista es informar, educar y denunciar los males que padecen las sociedades en aras de que los gobernantes corrijan los mismos, por eso se dice que la prensa es el cuarto poder.
Pero para ser buen periodista, alguien apegado a la buena ética del periodismo, una persona que sea capaz de rechazar cualquier tipo de soborno para comprar su silencio, se debe haber nacido y educado en un buen hogar.
Un buen periodista o comunicador social, debe ser objetivo y veraz, nunca debe interponer sus intereses personales por encima de los intereses particulares de la sociedad en donde ejerce el periodismo.
De repente ahora resulta que muchos periodistas y comunicadores sociales dominicanos, se han puestos al servicio de partidos políticos y corporaciones empresariales nacionales y extranjeras, a las cuales no se atreven a denunciar sus malas acciones en contra del pueblo.
Programas de radio y televisión, están llenos de estos individuos que sin ningún tipo de pudor y reparo en su conducta, piden públicamente a determinado político o empresario, que le haga llegar el dinero del mes, ya que lo necesitan.
Muchos de ellos mantienen campañas de descredito en contra de figuras publicas de la vida nacional, que no han caído en la extorsión de pagar por el silencio, a las cuales les denuncian muchas posesiones de fortunas y bienes acusándolas de corruptas.
Con la excepción de un periodista que denunció que otro colega había adquirido una mansión en unos 150 millones de pesos, después nadie aquí cuestiona los bienes de los periodistas, pero ellos si viven cuestionando lo de todo el mundo.
No voy a decir que todos los periodistas dominicanos son malos, pero si se sabe que se pueden contar con los dedos de las manos, y sobran dedos, de los escasos periodistas nobles y buenos que hay en Republica Dominicana.
La gente del pueblo sabe muy bien cuales son esos buenos periodistas, lo valora y lo respeta, de igual forma aborrece a los que se dedican a vender su opinión a cambio de dinero y privilegios en cada uno de los gobiernos de turno.
Si no fuera por las redes sociales la población no estuviera del todo bien informada, ya que los perversos y malos periodistas son más que los buenos, y disfrutan de los mejores espacios en los medios de comunicación radiales y televisivos.
Desde mi punto de vista, estos malos periodistas que han hecho de la comunicación social un modo para enriquecerse a base del chantaje y la venta del silencio de los males que abaten a la sociedad dominicana, envían un mal mensaje a la nueva generación de periodista.
Créanme que de buena a primera se ha desatado un deseo inmenso de muchas personas por estudiar la carrera de comunicación social mención periodista, sospecho que es por que ven el cambio económico que han dado muchos periodistas en sus vidas.
Para que puedan tener una idea de lo que estoy diciendo, aquí se conocen periodistas que tienen cerca de 40,50 y hasta 60 años ejerciendo el periodismo y no gozan de grandes bienes económicos.
Y por el otro lado vemos periodistas de 2,3,5 y hasta de 10 años en el periodismo, ostentando riquezas inimaginables, que la gente se pregunta ¿y como fue que se hizo tan rico fulano de tal?
La prensa no puede estar al servicio de quienes originan los males en nuestra nación, la prensa debe ser independiente, no se puede ejercer un periodismo comprometido y parcial, el periodista no debe dejarse arrastrar por el dinero corruptor dejando huérfano de defensa a los ciudadanos de su nación.