El pedagogismo y la fragmentación de las humanidades
Se entiende por pedagogía la teoría y técnica que tiene como fin la educación. El término se deriva del griego “paidos” que significa literalmente niño, y “agein” que en español se traduce “conducir” o “guiar”. En sus orígenes se refirió al esclavo que tenía como tarea conducir al niño hacia la escuela. Actualmente, el término incluye lo humano en sentido general y la guía ha pasado a ser un sistema de estudio de las diferentes formas en que puede ser enseñado un contenido.
Como el fin de la pedagogía es la enseñanza/aprendizaje, para lo cual se vale de diferentes estrategias, su función es noble, puesto que, como sostiene Miguel de Unamuno, todo contenido tiene su forma, y del dominio de éste dependerá qué también se enseñe y se aprenda. Por ello, ser pedagogo no es sinónimo de ser formalista en oposición a la obtención y desarrollo de fundamentos teóricos sobre las cosas.
Todo lo contrario. Un buen pedagogo es un profundo conocedor de los contenidos que enseña. A esos que creen saber bien una disciplina, pero que no tienen el dominio pedagógico suficiente para enseñarla, Unamuno le dice que en realidad no la saben tan bien como piensan.
Entonces, el problema no es la pedagogía, sino el pedagogismo: el exceso de pedagogía. Esa tendencia a reducirlo todo a pura forma, al grado de pensar que con algunos trucos tecnológicos se puede ser capaz de enseñar cualquier contenido, soslayando la lectura crítica, profunda y sistemática de saberes humanísticos, más allá de las fronteras del área estrictamente disciplinaria en que una vez consiguieron su pergamino de graduación.
El pedagogismo ha sido el responsable de que algunos sujetos hayan sustituido la conceptualización por la mimetización de nomenclaturas irreflexivas. Él es el responsable de que algunos vean diferencias donde no las hay. Por eso no es raro escuchar, de algunos, la presentación de divisiones entre esquemas y mapas conceptuales más allá de los significantes que denominan esa misma realidad conceptual.
Ha sido el pedagogismo culpable de la fragmentación de las humanidades, al grado de hacer pensar a algunos que el filósofo nada tiene que ver con la lingüística, y viceversa. O haciéndole olvidar al lingüista que primero es semiólogo, en tanto estudioso del signo que norma el funcionamiento de los demás signos que emanan de la facultad únicamente del lenguaje (Saussure, 1916).
¿Será cierto que el pedagogo no es psicólogo, filósofo, gramático, comunicador, narrador de historias y expositor de hechos sociales, etc?
Ha sido el pedagogismo, no la pedagogía, el responsable de ese reduccionismo que incentiva la resignación, el pensamiento parcelario y la desvinculación de la lectura de buenas obras que constituyen la historia de la humanidad.
Ahora bien, ese pedagogismo no es fortuito, mucho menos ingenuo. Es una de las principales estrategias de estratificación y enajenación con las que las ideologías dominantes legitiman su posición sobre la clase dominada.
cuando el ser humano recibe conocimiento, cuestiona todo cuanto le rodea y le gobierna, reduciendo asi las oportunidades de ser embaucado por su clade dominante, reduciendo drasticamente su poder. por tanto el que no conoce no cuestiona. es importante destacar que la tendencia humana a vivir con el menor esfuerzo. necesidad nos sumerge en los mares de la simplificación de contenidos y presas faciles de las verdades subjetivas que nos quieran hacer creer en cualquiera de los ámbitos de nuestra cotidianidad.
desde mi punto de vista, un buen pedagogo debe ser aquel conocedor de temas, en el que pueda dar su punto de vista objetivo, debe tener un gran dominio sobre informarciones, de las que pueda opinar con base y dar su critica de estas. con el tiempo esto no se esta practicando, puesto que, los docentes no le estan dedicando suficiente tiempo a los temas que imparten, o estos en realidad no tienen dominio de los mismo o quizas la tecnican que utlizan no es la correcta, pues hoy en dia de los centros no estan saliendo estudiantes criticos, con… Leer mas »
maravilloso arti**** y buenas informaciones… lo que dice esto es muy cierto la mayoria de pedagogos (maestro) no buscan la manera de que sus estudiantes aprendas solo dan el contenido de la asignatura y que sus alumnos la aprueben,hay muchos «pedagogos» que no tienen suficientes conocimienos de lo que enseñan por eso es que hay estudiantes mediocres al igual que hay muchos que tienen excelentes conocimientos pero no saben como enseñar o sea no son buenos pedagogos y segun las conclusiones del tema lo que pienso es que ha sido el pedagogismo el responsable de la falta de conocimientos no… Leer mas »
el pedagogo tiene que ser, un buen conocedor de los contenidos, que pretende enseñar, un pedagogo es mucho mas que eso también tiene que ser, filósofo, psicólogo y más para poder cumplir con su misión de instruir a sus alumnos, excelente artí**** profesor.
el exceso de pedagogía, es el tema principal que engloba este texto. donde aclara que la pedagogía la función que tiene es enseñar llanamente pero en la actualidad su exceso ha hecho desviar el objetivo de la misma. los maestros/as deben tener tiempo para repasar y estudiar lo que le enseñan a sus alumnos pues dependiendo de lo su dominio es lo que aprenden los estudiantes, y el sistema educativo cree que con una tanda extendida de 8 a 4 y apoyo tecnológico «aprenden más «, pero en realidad eso no hace que aprendan más, su único resultado será el… Leer mas »
excelente artí**** digno para leerlo y releerlo varias veces ya que abarca la pedagogía desde sus inicios, es decir desde su etimología y como ha ido revolucionando su práctica hasta nuestros dias. la verdad es que lo felicito por regalarnos cada semana un texto en el cual podemos deleitar nuestro pensamiento.bendiciones maestro.