El país político: concertación y cambios
El período de la guerra fría tuvo consecuencias nefastas para América Latina y particularmente para la República Dominicana. La característica principal de este período fue el status quo, o sea, la falta de cambios en todos los órdenes.
Pero como no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista, este nefasto período llegó a su fin en el año 1991 con la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS); iniciándose en América Latina un nuevo ciclo democrático que se extiende hasta nuestros días.
Los protagonistas de este nuevo ciclo democrático fueron los llamados partidos de la izquierda democrática que habían sido mantenidos fuera del poder por las dictaduras y gobiernos autoritarios durante el período de la guerra fría.
En la República Dominicana el ciclo democrático de la post guerra fría se inició un poco adelantado con la llegada del PRD al poder en el 1978. Este partido se alternó en el poder con el PRSC hasta el 1996, fecha en que llegó al gobierno una nueva organización política con un nuevo liderazgo.
El PRD y el PRSC confrontaron y se alternaron en el poder desde el 1966 hasta el 1996, es decir, durante 30 años. Ambos apostaron a no hacer reformas económicas, sociales ni políticas importantes durante ese período.
Pretender mantenerse en el poder en un ámbito democrático sin hacer importantes reformas económicas, sociales y políticas, es como querer hacer revoltillo sin romper los huevos. Fue así como sin que nadie se diera cuenta surgió una masa de electores nuevos y jóvenes que le dieron la espalda a estos partidos y decidieron cerrar fila con el PLD.
En el 1996, viéndose imposibilitado de mantenerse en el poder, el PRSC se alió al PLD de la misma manera que alguien que se está ahogando se agarra de otro para salvarse. Con el Pacto Patriótico se inició una nueva era en la política dominicana: la era de la concertación.
Desde el 1996 hasta el presente los partidos políticos principales han hecho negociaciones en diferentes procesos electorales. En las elecciones congresuales y municipales del 1998 no hubo pacto formales, pero todos recordamos aquella frase del Dr. Balaguer de que “el arroz blanco se puede acompañar de habichuelas rojas pero no de berenjenas moradas”.
En el 2004 un sector del PRSC se unió al PRD y otro apoyó al PLD; mientras que en el 2006 se produjo la Alianza Rosada entre el PRD y el PRSC. Como se puede ver los tres principales partidos políticos han negociado indistintamente entre ellos en los diferentes procesos electorales desde el 1996 hasta hoy.
Hay una gran diferencia entre los escenarios del 1996 y del 2016. Durante estos 20 años el PRSC se ha reducido a ser una organización minoritaria y el gran PRD se ha divido dos veces lo que lo ha reducido a ser un partido débil y en decadencia. ’El nuevo PRD Moderno’ se proyecta como la principal fuerza opositora, lo cual está sujeto al desempeño electoral que tenga en mayo 15 del 2016.
Si nos fijamos en los tres principales partidos políticos del sistema democrático dominicano veremos que el único que ha mantenido su posicionamiento electoral ha sido el PLD, y esto se ha debido a que ha sido el partido político que más reformas ha realizado desde el poder en la República Dominicana.
La verdad es que tanto el PRSC como el PRD han hecho alianzas para salvarse y mantener cuotas de poder; mientras que el PLD las ha hecho para conquistar y mantener el poder en el pasado. La alianza que en estos momentos realiza el PLD con el PRD no busca conquistar el poder ni mantenerlo, porque eso es algo que el PLD puede hacer sin el PRD.
La pregunta que muchos nos hacemos es ¿cuál es el objetivo de esta alianza del PLD y el PRD?. La única respuesta es que lo que se busca es acumular más poder político para realizar importantes reformas en el ámbito económico, social y político sin que se ponga en peligro la continuidad del proceso de democratización del país.
De manera que en los próximos años veremos como muchas reformas esperadas por muchos años se harán realidad en la República Dominicana con la fuerza de la unidad y del gobierno compartido del PLD con el PRD, y además el PRSC.