El merengue, patrimonio cultural de la humanidad
El merengue es la música nacional y popular de la República Dominicana. Es un elemento que trasciende el ámbito de la música y ya forma parte de la esencia de la dominicanidad. El merengue es un elemento que nos define como pueblo y como nación, que muestra nuestro gran espíritu alegre y esperanzador.
El merengue no sólo es un ritmo bailable y una danza hermosa que impacta los ojos de quienes admiran su cadencioso baile, sino que ha sido un factor patriótico en muchos momentos históricos de nuestra nación. En el año 2009, publiqué un libro titulado “El merengue y la bachata: Orígenes, etapas y líderes” y en la página 213, a propósito del papel patriótico del merengue, afirmaba lo siguiente:
“El merengue ha estado presente en todos los momentos importantes de la patria dominicana reforzando la nacionalidad y el sentir dominicanista. El merengue estuvo presente en el inicio de la República, en la Restauración, en las luchas de finales del siglo XIX, en la primera intervención militar norteamericana, durante el trujillato, en el período de democratización de la nación y en la gran comunidad de compatriotas que viven en otras naciones; en todos esos procesos aportando un sentido patriótico en su presencia , en su alegría y en su esperanza. Y es que el merengue siempre será la patria dominicana cantada con dignidad, con decoro y con orgullo”.
Siempre he sido un defensor del merengue y de lo que él representa para los dominicanos. Es por eso que valoró grandemente, la decisión tomada por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), que declara al merengue de la República Dominicana como “Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”.
Los argumentos que justifican esta decisión hablan por sí solos. De acuerdo a la Unesco “el merengue desempeña un papel activo en numerosos ámbitos de la vida diaria de la población- la educación, las reuniones sociales y amistosas, los acontecimientos festivos e incluso las campañas políticas”, y además “se transmite esencialmente mediante la participación y su práctica atrae a personas de clases sociales muy diferentes, contribuyendo a fomentar el respeto y la convivencia entre las comunidades”.
Esta decisión de la Unesco, declarando el Merengue como Patrimonio Cultural de la Humanidad, debe ser un orgullo para todos los dominicanos y un compromiso para seguir llevando nuestro baile, nuestra cultura, nuestra alegría, nuestra cadencia, a todos los rincones del mundo.
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