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El interés nacional
Al margen de todas las componendas que se pretendan inflar para impedir la voluntad de la población, siempre debe prevalecer el interés nacional de la mayoría que clama por una medida justa por los cuatro costados. Valga lo anterior a propósito del Parque Nacional Loma Miranda que ha generado rebatiña en un grupito que sustentado en su influencia desea la explotación de esa zona, pese a estar consciente del costo negativo para el futuro de esa franja. No hay que ser ducho para saber que no es conveniente que foráneos ni nativos hagan añicos esa franja arrancando sus ambicionados metales, ni porque la misma sea fuente pasajera de empleos. Los grupos ambientalistas, sociales, progresistas, iglesias de distintas denominaciones y uno que otro partido político están conscientes que de no se trata de una perogrullada embarcarse a la defensa de la aludida loma. Si se hurga en la historia de países donde en un momento dado los yacimientos de oro, plata o petróleo atrajeron personas de todos los rincones que buscaban enriquecerse, al final terminaron explotados y empobrecidos. Solo ganaron quienes «pagaron» para arrancar y llevarse esos bienes. La explotación de ese santuario natural límite de la Cordillera Central tiene la virtud de su gran captación de humedad para el país. Allíen la frontera, entre las provincias de Monseñor Nouel y Concepción de la Vega, este paraíso terrenal objeto de la ambición desmedida del lucro insaciable de algunos, tiene a todo un pueblo clamando porque prevalezca su integridad. No hay por qué dudar que quien ama a su país, quien te lleva en el corazón, jamás defraudará a su pueblo yéndose por la corriente que llevaría al abismo a este pedazo del pueblo dominicano y a la nación toda envuelta en cada uno de sus ciudadanos, porque debe primar el interés nacional.