El hipo continuo podría ser señal de una enfermedad

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Por JESSICA BONIFACIO

El hipo es una contracción espasmódica al igual los calambres nocturnos, temblor de párpados o músculos, suele considerarse como una señal del cuerpo sin importancia; sin embargo, hay ocasiones en las que se recomienda consultar con un especialista; por ejemplo, cuando son persistentes.

Generalmente, el hipo es una condición benigna y auto limitada, que puede durar segundos, minutos, horas, y hasta años; este último puede ser signo de una enfermedad, explica la médica general Edras Batista.

El diafragma casi siempre funciona a la perfección, asegura Batista. Explica que este desciende cuando inhalas para ayudarte a llenar de aire los pulmones. Y se relaja cuando exhalas, para que el aire te salga de los pulmones a través de la nariz y la boca. Pero, a veces, el diafragma se irrita. Cuando esto ocurre, el diafragma desciende de forma brusca, lo que hace que te entre aire en la garganta de golpe. “Cuando el aire que entra en tu garganta, de manera repentina, choca contra tu laringe, tus cuerdas vocales se cierran súbitamente, y por eso se produce el hipo”.

El hipo puede reproducirse entre cuatro y 60 veces por minuto, dice la doctora en medicina general, y añade que existen varios tipos de hipo, como el persistente, que tiene una duración de aproximadamente 48 horas. No obstante, cuando dura más de un mes, se le denomina hipo intratable.

Batista sostiene que tanto el hipo persistente como el intratable son habitualmente causados por alguna enfermedad, que, si no se trata por un especialista, una persona la puede padecer por años.

“El hipo a corto plazo puede ser causado por comer demasiado deprisa o mucha cantidad, digerir comidas picantes, consumo de alcohol, tabaco o bebidas carbonatadas, una irritación en el estómago o en la garganta, estrés emocional o el hecho de estar nervioso”.

Mientras que el hipo a largo plazo proviene de muchas fuentes, incluyendo desórdenes pulmonares, falla de riñón, derrames, origen gastrointestinal, aerofagia y cualquier otra condición que altere el músculo del diafragma o, en defecto, su inervación. Casi todos los episodios de hipo duran sólo unos minutos. Algunos pueden durar días o, incluso, semanas, pero se trata de algo muy poco habitual y que suele ser un signo de otro problema médico.
Diagnóstico

En la consulta de atención primaria, se realiza una historia médica detallada y un examen físico minucioso, en el que se incluyen:

1. Anamnesis: se recolectan un conjunto de datos sobre las características del hipo, su duración, su persistencia durante el sueño, así como los hábitos tóxicos que pueda tener el paciente. De igual forma se determina si el paciente ha sufrido traumatismo craneoencefálico o ha ha sometido a una cirugía reciente.

2. Exploración clínica: el personal médico explora los sonidos que se producen en el interior del organismo del paciente.

3. Pruebas complementarias: en esta prueba se realizan electrocardiogramas y radiografía de tórax-abdomen.

4. Analítica sanguínea: el paciente es sometido a hemograma, ionograma, bioquímica con función hepática, renal y pancreática. Si se descartan anomalías gastroesofágicas, se debe considerar la remisión del paciente al neurólogo.

Tratamiento

Según Batista, la mayoría de los episodios de hipo son auto limitados, y no requieren tratamiento farmacológico, ni medidas invasivas. En los casos de hipo persistente o intratable, es fundamental realizar una búsqueda exhaustiva de la causa y tratarla.

Existen múltiples alternativas no farmacológicas, pero sí de creencias popular, para curar el hipo, por ejemplo, tomar un vaso de agua fría, aguantar la respiración y espirar después lentamente. De igual manera apretarse la nariz de manera consecutiva, repitiendo varias veces el proceso. Además, consumir una cucharada de azúcar, respirar repetidamente dentro de una bolsa de papel, provocar un susto, entre otras. Los medicamentos solo se deben administrar en caso de hipo persistente y bajo prescripción médica, manifiesta Batista.

En el caso de los bebés, no hay remedios para detener el hipo, y hay que esperar pacientemente a que se les pase de forma espontánea. Se considera inofensivo para los pequeños, pero si el niño tiene ataques de hipo frecuentes o muy prolongados (media hora o más), es conveniente consultar con el pediatra para descartar que se trate de algún problema de tipo digestivo, respiratorio o neurológico.

Duración

Cuando el hipo permanece durante 48 horas es llamado persistente; y más de un mes, hipo intratable. Tanto el hipo persistente, como el intratable son habitualmente causados por alguna enfermedad, que si no se tratan por un especialista, una persona los puede padecer por años.

El hipo persistente puede provocar problemas de sueño, pérdida de peso, cansancio, ansiedad e irritabilidad.

Comer en exceso o muy rápido, abusar de bebidas alcohólicas o consumir alimentos picantes, podría producir hipo.

JPM

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