El descaro y la desvergüenza de Jean Alain
La conciencia social, la entendemos como la capacidad que tenemos los seres humanos para percibir, reconocer y comprender los problemas y las necesidades que tienen las personas de nuestra comunidad. De manera que, ser consciente de ello no solo consiste en asumir las relaciones que entablamos y los roles que desempeñamos en los diversos espacios comunes.
Implica también analizar, reflexionar y tomar posiciones frente a los problemas conjuntos, teniendo en cuenta que lo que afecta a cualquier miembro de la estructura social tiene un impacto directo en los demás, ya sea positivo o negativo.
En momentos en que la República Dominicana era denunciada por la corrupción desenfrenada que arropaba a todas sus instituciones como nunca antes, correspondió a Jean Alain Rodríguez Sánchez ser el procurador general de la república. Sin embargo, el más alto tribunal del país, se transformó en coadyuvante del sistema de impunidad que buscaba liquidar el régimen de consecuencias construido por la democracia dominicana en la búsqueda de preservar a la sociedad de elementos nocivos a esta.
Así nos encontramos situaciones en alcaldías u otras instituciones de la administración pública, donde denunciantes eran intimidados y silenciados o en el peor de los casos eliminados físicamente por el solo hecho de hacer denuncias de corrupción en función del bien colectivo o en el caso de funcionarios, por cumplir el mandato que el desempeño del cargo le obligaba de supervisar los recursos públicos, ya fueran del tipo económico, equipos o inmuebles.
Pero eso no queda ahí, sobran las denuncias de casos de asesinatos ejecutados o mandados a ejecutar por encargo de narcotraficantes que contaban con la protección estatal que les garantizaba su protección a estos bajo el sistema de impunidad construido que, como se ve, iba más allá de la exclusiva apropiación de los fondos públicos. Era un sistema de impunidad controlado por la justicia misma que tenía junto con la Suprema Corte de Justicia, la Cámara de Cuentas y a la Procuraduría General de la República que en el periodo 2016-2020 encabezó Jean Alain Rodríguez Sánchez y que la sociedad dominicana ha asumido como el gran promotor de la impunidad.
Lo más penoso y preocupante de todo esto, es que independientemente de los hechos señalados, los actores implicados se mueven como si no hubiese pasado nada y en un giro caricaturesco, Jean Alain Rodríguez Sánchez, una figura que concita una de las mayores tasas de rechazo en República Dominicana, aspiraba a ser elevado al Comité Político, el órgano ejecutivo que dirige al Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
A mi particularmente no me hubiese asombrado, si este pasado domingo 7 de marzo de 2021, Jean Alain, hubiese sido elegido miembro de aquel organismo porque en este país hemos perdido hasta la forma y el hombre público, con contadas excepciones, ha perdido el decoro hasta llegar al descaro y la desvergüenza. La candidatura que presentó Jean Alain a ese máximo organismo del PLD, solo demuestra la conciencia que tiene este de que, a ese partido, a pesar de la alta tasa de rechazo nacional que el presenta, no le importa y por tanto no le pediría que este muestre respeto y lealtad a la sociedad dominicana. Lo que evidencia su desprecio por la sociedad a la que aspira servir.
En este punto me gustaría preguntarle. ¿Cree usted que Jean Alain tiene derecho a asumir algún espacio importante en República Dominicana o más bien que él y la corriente hegemónica del PLD apuestan a la mala memoria y olvido del pueblo dominicano?
JPM
tiene un espacio especial en la nueva victoria que inauguranon el y danile medine y mucha basofia-comida de la que su compaÑia le vendio a los presos.