El año agradable del Señor
El año 2020, ha sido considerado como un año no bueno, debido a la situación de la pandemia, ya que muchas personas han dejado de vivir, otros están en una situación difícil de salud, una cantidad considerable tiene pánico, y otros son rebeldes al uso de mascarilla.
Pero, no todo es negativo, ha habido cambios importantes en el ser humano: el hombre se cuida más ahora por el peligro de morir, también se valora más a las personas queridas y; hay una conciencia de que todos nos necesitamos, su buen proceder me beneficia a mí.
Las economías de la mayoría de las naciones han declinado, producto de suspensiones de industrias, del turismo, y de otras labores económicas que se realizaban de una manera normal. El intento de algunas naciones para equilibrar sus economías, no ha sido posible. Mientras que otras, se endeudan más y más para sobrevivir. Pero, esto ha hecho que la clase media y baja aprendan a administrar sus recursos de una mejor manera.
Muchas personas consideran que la pandemia, es una plaga que Dios ha mandado al mundo, pero plaga o no, lo que se requiere es que el hombre cambie de conducta. Si es plaga, entonces es producto de la mala conducta del hombre; si no es plaga, entonces es consecuencia directa del hombre, lo que requeriría cambio del hombre. Este cambio, debe ser en lo relacionado con Dios y el hombre o, el hombre con el hombre.
Ante tal panorama, el hombre se va haciendo más sensible al criterio humano. Los científicos han tenido que trabajar arduamente en el invento de vacunas que puedan parar la pandemia. Esto puede ser un punto positivo, para las demás posibles tragedias que el hombre tenga que enfrentar. Se requiere una organización mundial, que unifique esfuerzos económicos, científicos y social que haga posible mancomunadamente enfrentar nuevos desafíos.
Si la pandemia hace que el hombre supere situaciones y se prepare para el futuro, en todos los aspectos afectados en la actualidad, entonces estamos en un año agradable para los sobrevivientes. Es que durante las últimas cinco décadas el mundo se ha ido alejando de sí; ahora, es tiempo de que se acerque más y más. El hombre como ente social, está llamado a destruir todas las fronteras de separación humana. Somos todos del mismo linaje y vamos hacía la misma dirección.
El año agradable del Señor, constituye la búsqueda del bien humano. Jesucristo dijo: «El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor» Lc. 4:18,19.
Y, como personas de bien, debemos siempre desear y luchar en pro de que «el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén». Heb. 13:20, 21.
Debemos aceptar la alianza del Señor, en el sentido de obedecer lo que él dice, como demostración de que creemos en él, y sus mandamientos son para vida nuestra; en la medida que nos sujetemos a él, en esa proporción tendremos vida. Jesucristo, dijo: «El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida» Jn. 6:63.
En nuestros días debemos poner las miradas sobre Jesús, quien es dador de vida, él es la esperanza de gloria, y como dijo el apóstol Pedro, quien, conociendo las palabras de Jesús, como el personaje de él y su misión, le respondió: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.» Jn. 6:68, 69.
Dejo en su mano, las sabias palabras de Proverbios 4:20- 23, que dicen: «Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón; porque son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo. Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida».
Esperamos y oramos para que el año 2021, se convierta en un año agradable, y que sea el año agradable del Señor, para todos los habitantes de la tierra; que Dios desde los cielos derrame abundantes bendiciones sobre nosotros.
JPM
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