El «alerta» de los industriales de Herrera
¡Y dudar no esta mal! digo yo y Jorge Luís Borges diría: «La duda es uno de los nombres de la inteligencia».
Estos días durante mis resientes vacaciones en la ciudad de Nueva York, leí el alerta de los Industriales de Herrera, ahora salgo cargado de energía humana, que nade tiene que ver con aquella «energía prometida» por san Antonio Isa Conde en los años de Leonel y la Crep…Capitalización a la deriva.
Ante el «alerta» de los Industriales sobre el endeudamiento público de la República Dominicana y los gastos «sin control» y la baja calidad en el Estado, uno se preguntaría: ¿Dónde estaban los Industriales cuando el expresidente Leonel Fernández y ahora, el presidente Danilo Medina, decían, cada cual en su momento histórico, que el país tenia capacidad de endeudamiento sobradas?
¿Dónde estaban los industriales de Herrera cuando el flamante gobernador del Banco Central acotejaba cifras generosas, para decir que el país tenía capacidad de endeudamiento suficiente? ¿Por qué los industriales de Herrera no trataron de prevenir esa farsa del Gobernador del Banco Central para detener una posible quiebra del país?
¿Por qué ahora y no antes, cuando los funcionarios del gobierno de Leonel Fernández descorchaban botellas de vino baratos para que el pueblo se la tomara mientras que los industriales de Herrera bebían junto con el «brillante» Gobernador del Banco Central y el expresidente Fernández a bordo de algún avión privado o en alguna de las 202 suites del afamado hotel El Burj Al Arab «La torre de los árabes» en el Golfo Pérsico las botellas del vino francés más caro del mundo, el Chateau Larfite Rothschild?
¿A qué vienen ahora los empresarios de Herrera a meterles miedo a los dominicanos con una noticia que posiblemente ellos conocían de antemano? ¿Por qué los industriales de Herrera le ocultaron al pueblo por tanto tiempo esa bomba financiera?
¿Es qué los industriales de Herrera estarían beneficiándose de alguna manera del Gobierno al encubrir una información como esa que podría poner en peligro la estabilidad política y financiera futura del país? ¿Por qué motivo tenían que adoptar una actitud complaciente y de silencio con el Gobierno? ¿Qué concesiones económicas o de otra naturaleza pudo estar recibiendo el poderoso sector industrial de Herrera?
¿Cuántas veces economistas respetables, como Fernando Álvarez Bogaert, no le advirtieron con sinceridad al Gobierno lo peligroso que era para el país continuar el festival de endeudamiento publico externo e interno? ¿Quiere usted decirme que los empresarios de Herrera y del país no sabían que los empréstitos internacionales conllevan a aplicar medidas impositivas contra el pueblo para el gobierno aumentar sus ingresos para poder pagar intereses y capital al servicio de la deuda?
¿O tal vez sería que el Gobernador del Banco Central, el expresidente Fernández y el actual presidente Medina, habrían convenido algún acuerdo secreto con los industriales del país para que no se hablara públicamente de endeudamiento para que desde pueblo no se levantara una oleada de protestas populares?
¿Por qué no se le puso atención a aquellos alertas que se le hacían al Gobierno? Tan solo si el Gobierno hubiera escuchado pudo haberse evitado lo que ahora de manera tan extraña le causa pánico al sector industrial de Herrera? ¿Por qué economistas con cierto renombre disfrazados de opositores del gobierno, sospechosamente, de un tiempo a esta parte, han cambiado su anterior posición de denuncia contra el endeudamiento del país?
¿Por qué esos economistas y opositores al gobierno del PLD han dejado de alertar al país sobre el vertiginoso endeudamiento externo e interno que ha estado comiéndose la magra finanzas del Estado Dominicano en sueldos lujosos que van a parar a los bolsillos de funcionarios y en francachelas ¿Sería posible que algunos de esos economistas, aparentes «opositores» al Gobierno se hayan vendido por algún jugoso contrato de asesoría en el Banco Central o en otras instituciones del Gobierno Central?
¿Cómo es posible que tantos funcionarios y miembros destacados del partido en el poder se hayan enriquecido tan velozmente y nadie haya dicho esta boca es mía? ¿Por qué la Asociación de Industriales de Herrera, cuyos socios han invertido dinero, tiempo y sacrificios para levantar sus empresas no ha denunciado la opulencia de los políticos y en cambio ha callado ese anormal enriquecimiento?
¿Cómo es posible que los industriales de Herrera de pronto teman que el país podría convertirse en una Grecia y en un Puerto Rico que terminaron desfalcados por mal manejo de la económica del Estado, sabiendo ellos que esa catástrofe financiera estaba en camino y se quedaron callados como si estuvieran haciéndole el juego o protegiendo con su silencio las mentiras del Gobernador del Banco Central y del Gobierno?
¿No sería que al estárseles apretando el juego económico (reducida ganancias v. altos costos operativos) a los industriales, como se dice en lenguaje beisboril, por culpa de los gastos cuantiosos que absorberá la reelección del presidente Danilo Medina, el sector industrial prevé una crisis financiera o un desplome del país a partir de 2016? ¿De dónde el Banco Central va a sacar dinero para la reelección? ¿Estará pensando en más empréstitos externos o internos o pondrán a la venta bonos del tesoro público?
¿Qué nueva coartada estará preparando el gobernador del Banco Central en este sentido para tratar de ayudar al gobierno a retardar la crisis financiera a través de engaños y de crearle al pueblo ilusiones que no podrán materializarse ninguna de ellas?
Frente a esa nueva desgracia que se cierne pesadamente sobre el pueblo dominicano, los políticos corruptos y millonario de nuevo cuño saldrán muy bien parados de una posible crisis financiera sacando su dinero fuera del país. ¿Y, al pueblo dominicano quién lo protegería de esta vaticinada y peligrosa crisis financiera que ha sido anunciada desde los predios de los industriales de Herrera?
Por lo que se puede apreciar, el pueblo dominicano otra vez tendrás que ir a alguna iglesia buscando la compasión de Dios y no del Gobierno, quien podría ser el principal causante del revelado temor a un desplome de la economía dominicana, al estilo de lo que está sucediendo en Grecia.
Llora en la presencia de Dios, como suelen expresar los cristianos, que ese alerta de los industriales de Herrera haya llegado tan tarde en el tiempo y, peor aún, en medio de una reelección tan onerosa y tan insensiblemente concebida por un gobernante y un partido lleno de hipocresías transportadas de la otra casa, como el de la Liberación Dominicana. Entonces, cabría que nos preguntáramos en este momento: ¿De qué estaría el pueblo dominicano siendo liberado por el Partido de la Liberación Dominicana?
¿O, es que el pueblo dominicano está encadenado psicológica y políticamente a un partido y a un grupo político con uniforme de carcelero? ¿Quién tendrá la llave mágica para ayudar a liberar realmente al país del desastre financiero y social del cual están hablando los empresarios de Herrera? ¿Acaso qué nombre le pondremos al mago?
Como los partidos políticos, PLD, PRM, PRSC y todos los demás partidos son los responsables, directa o indirectamente, de la desgracia financiera y económica presagiada por los empresarios, no se ve en el horizonte inmediato ninguna esperanza que pueda ayudar a capear exitosamente el pronosticado vendaval financiero. Entonces frente a esta execrable encrucijadas, valdría decir !Que Dios agarre a este pueblo confesado!
No dudamos que vendrá el tiempo en que todos estos condenados políticos tendrán que rendirle cuentas a Dios.
Como estamos volando sobre cielo dominicano en un avión imaginario y podemos leer desde la altura con la ayuda de poderosos binoculares, a pesar de los nubarrones que presagian tempestades financieras y económicas sobre el territorio, aquella frase de Emiliano Zapata que le podría servir de algún aliciente al presidente Danilo Medina en su insensata campaña relacionista–si es que éste quiere finalmente evitar que la República Dominicana se convierta en otra Grecia u otro Puerto Rico–.
Veamos seguidamente lo que aconsejó el revolucionario mejicano frente a la ambición sin escrúpulos de Venustiano Carranza: «Es tiempo de retirarse, es tiempo de dejar el puesto a hombres más hábiles y más honrados. Sería un crimen prolongar esta situación de innegable bancarrota moral, económica y política». ¡Y Carranza no era el único culpable!