Don dinero
El dominicano tiene grandes expectativas con el dinero y considera que es lo más interesante e importante del mundo, y en verdad lo es, hacemos lo que sea por él. Sin embargo, un dominicano que llega a tener un cargo importante en el gobierno o un ministerio, pasa inmediatamente a tener una gran empresa que lo hace un ser infalible y protegido por la impunidad.
Nadie es de nadie en política, solo el cargo y el dinero que conseguimos nos hace seguir un a un líder político. Nos levantamos de madrugada, nos afeitamos y nos vamos a cualquier lugar bajo la lluvia, bajo un ciclón y después de un terremoto, y lo peor, vamos a una caravana y votamos en una primaria, a sabiendas que terminará en muertes seguras.
Los hijos de los funcionarios son políticos, los de los empresarios, comunicadores, profesionales, técnicos etc. usted puede pedirle un favor a un amigo, a un padre, a un hijo, todo menos pedirle que no se inscriba en un partido político. No hay compañerismo, compatriotas, amor ni amistad, ni fraternidad, ni solidaridad que sean más fuertes que el dinero que se consigue a través de un cargo público.
Solamente teniendo muchísimo dinero o teniendo un cargo público uno puede pedirle a alguien que deje lo que está haciendo, que deje su empleo y se dedique completamente a usted, siempre y cuando le facilite mucho dinero.
El triunfador en un partido político es el que más dinero acumula. Nuestros hijos se nos van a otro Estado, lejos de la familia, porque allá ganan más dinero, las carreras universitarias que más se estudian son las que más dinero producen. Las esposas, hijos y hermanos de los funcionarios, se hacen de la vista gorda de la adquisición fácil del dinero del erario público.
Los amigos les facilitan lisonjas y reverencias al facilitador del dinero mal habido.
Que siga la fiesta.