Diagnóstico preciso
En mecánica automotriz existe un aparato electrónico que conectado a un enchufe especial llamado terminal de diagnóstico, que tienen los vehículos, ante una falla del motor nos informa cuál es el sensor que está defectuoso y evita que le llegue buena señal al computador (ECU) del carro, y que debe ser reemplazado. Le llaman Diagnosticador.
Claro, esto solo sirve para vehículos modernos con computadoras y sensores.
Generalmente ofrecen un diagnostico rápido y efectivo, que orienta al mecánico para que no comience a dar palos de ciego buscando la causa, sino que vaya al punto exacto sin ponerse a cambiar partes buenas por simple intuición o sospecha. Por eso los vehículos modernos no se pueden arreglar en patios ni por un mecánico de carretera cuando uno se queda tirado pues, destornilladores, llaves y martillo ya hacen más mal que bien. Se requiere tecnología.
Mientras los vehículos tienen quizás una docena o algo más de sensores en sus puntos críticos, nuestro cuerpo humano tiene miles de millones, y como decía en mi artículo anterior no necesita enchufársele a ninguna terminal de diagnostico, pues se tiene “el movimiento muscular inteligente” de la kinesiología, con su lenguaje binario para que en pocos minutos se pueda tener un diagnostico preciso de qué anda mal en el cuerpo, el diagnostico no requiere de ningún equipo, sino simplemente saber preguntar y saber entender las respuestas.
También existen pequeños equipos electrónicos que agarrando un electrodo de latón o acero inoxidable redondo, como puño de bicicleta, en un minuto se le hace un barrido al cuerpo y en pocos minutos más nos genera unas doscientas páginas de la condición de cada órgano del cuerpo, basado en un sistema similar al radar, que envían un abanico de frecuencias electromagnéticas, y como cada órgano de nuestro cuerpo, cada patógeno, tiene un frecuencia específica, distinta de todas las demás, como las teclas de un piano, resuenan al recibir su igual y esa señal armónica es captada, analizada y comparada por el equipo con los patrones internos del programa, genera un reporte diagnostico muy completo, del que se puede imprimir todo o solo un resumen ejecutivo.
Tiene de mérito, al igual que la kinesiología, que el resultado es “en vivo”, no con varios días de diferencia. No son tan amplios y generales como la kinesiología. En el país hay varios de ellos, la mayoría solo para diagnósticos, no para curación, usando las frecuencias de las investigaciones del Dr. Rife o la Dra. Hulda Clark como los llamados Zapper.
Todos conocemos el Cardiógrafo, el equipo que usan los cardiólogos para comprobar en vivo el comportamiento del corazón, sin el cual están casi perdidos, pues bien, ya se compra un pequeño aditamento que se adhiere detrás al celular y con un programa App, cualquier persona se hace un electro o cuantos quiera y se lo envía por teléfono o internet a su médico. Esto está logrando la cardiología a distancia y que mucha gente no muera.
Ante esos hechos sencillos, fáciles y baratos, se pregunta uno por qué tienen los médicos que andar adivinando por síntomas, depender de laboratorios e imágenes caros para todo, que a veces hay que repetir varias veces, que encarecen la medicina, y no tener la seguridad de diagnósticos certeros y rápidos, con márgenes de errores ínfimos. ¡Por que trabajar aun como mecánico de patio!
El diagnosticar por Kinesiología se aprende en horas y no requiere de ningún equipo.
Tuve la semana pasada un señor que vino a mí traído por su hermano, que fue con tres médicos de afamados sitios, y obtuvo en una semana tres diagnósticos distintos, pues le dolían las extremidades y se le estaban entumeciendo, dificultándole sus movimientos dolorosos. Le diagnosticaron y recetaron uno artritis galopante, otro reumatismo y el último le dijo que debía de empezar a darse quimioterapia que era la única forma de curarse.
Tenía simplemente Plasmodium, un parásito, una variante del paludismo o malaria que da síntomas de ésta, pero sin fiebre, trasmitido por la picadura del mosquito Anófeles, el mismo que también produce la fibromialgia que aun se reporta como incurable en la medicina alopática.
La cantidad de operaciones que se hacen y de medicamentos que se toman sin necesidad va en aumento, afirmando el Dr. Issac Goiz que más del 90% de lo que se reporta como cáncer, se opera y se les da quimio y radio terapias, son por diagnósticos falsos de tumores, displacías, quistes, etc., habiendo escrito un libro estupendo titulado El Fenómeno Tumoral.
Cuando todos alguno o de los métodos que he expuesto o los nuevos que vendrán se afiancen, el gasto médico disminuirá drásticamente para pacientes y países, menos pacientes morirán, y como quiera los médicos serán afectados en sus ingresos. Al desconocerlos, solo lo están retrasando un poco su uso generalizado.