Dejemos las ARS privadas afuera del negocio
La decisión de las intermediarias de servicios médicos de carácter privado para limitar los servicios, que se supone debe garantizar a los usuarios o pacientes, es la prueba de que para los propietarios de esas ARS, lo único importante es el negocio. Para ellos el paciente se reduce tan solo a un número en sus registros de información.
Sus pretensiones para que los pacientes deban buscar autorizaciones de analíticas o recetas para medicamentos en redes de médicos exclusivos, constituyen un intento de trabar a los pacientes e impedirles el acceso a los servicios. Lo importante debiera ser que el paciente este asegurado y que su empleador mantenga las cuentas al día. Ningún otro requisito debiera ser impuesto, si su lógica fuera garantizar la salud de la gente. Desafortunadamente no es así y lo que en ellos prima es el interés por lucrarse.
La guerra que le han abierto a los médicos asociados en el Colegio Médico Dominicano, CMD, constituye también, otro intento por imponer sus condiciones de mercaderes detrás de captar talentos que sirvan como esclavos a sus propósitos mercuriales.
Frente a esta extralimitación de simples intermediarios, a los que la Tesorería de la Seguridad Social les recolecta y entrega el dinero de la gente, sin que ellos tengan que hacer más nada, que no sea, poner trabas injustas y a veces hasta humillantes, corresponde a las autoridades políticas del país y específicamente a los congresistas, someter de urgencia un proyecto de Ley que elimine ese grupo de empresas de asaltantes de camino y declaren la estatización de los servicios de salud en la República Dominicana. Eso sería lo ideal, pero sabemos de los conflictos de intereses que acontecen en dicho escenario.
El Colegio Médico Dominicano y su liderazgo pudieran ofrecer la más dramática lección de civismo y firmeza a los señores intermediarios privados de la salud y de paso solidarizarse con los usuarios que somos sus pacientes y amigos.
Para ello no es necesario recurrir al método de la huelga, mejor sería anunciar a los pacientes que en un plazo de 60 deberán cambiarse para el Senasa Contributivo porque no aceptarán en sus consultorio a ningún usuario de las ARS privadas de salud, pues a fin de cuentas los pacientes somos los que pagamos y los médicos son los que nos atienden. Dejémoslos afuera del negocio y colorín colorado.