De Venezuela a Cuba: to sir, with love

Estoy seguro que al leer el título de éste humilde trabajo, muchas personas harán una retrospectiva y a sus mentes vendrán la famosa cinta cinematográfica «To sir, with love» (Al maestro con cariño), la cual causó furor en la década de los años 60 y que fue magistralmente interpretada por el artista de color Sidney L. Poitier y dirigida por James Clavell, el cual la convirtió en la 8va. película con mayor recaudación en la industria del cine norteamericano. Pero, es sólo a manera de un paralelismo subliminal, tratando de destacar el afecto que siempre se produce entre el alumno agradecido hacia su maestro del cual ha recibido la orientación y el cáliz de la enseñanza. De la misma manera que la generalidad de los maestros se dedican a desarrollar el conocimiento entre sus docentes, de una manera positiva, constructiva y orientada hacia el bien común, en las lides política existe el magisterio de la maldad, del que siembra el odio, la cizaña y la tiranía de las ideas. Y, de la misma forma que hace el alumno agradecido hacia el orientador sano y noble, el alumno que recibe la ensenanza del profesor maquiávelico, no escatima esfuerzo alguno para reciprocar los afectos hacia los suyos. Ese es el caso del gobierno chavista en su papel de alumno y del régimen cubano en su papel de profesor. Es prudente que se pregunten: Cuáles son los parámetros en los cuales baso mi criterio para hacer tal afirmación entre la relación política e ideológica del gobierno chavista de Venezuela y la oprobiosa tiranía de La Habana ? Serían prolijas enumerarlas, pero es evidente que se salen de lo que se puede considerar normal entre las relaciones de dos naciones que comparten un pensamiento político común. El caso más patético de esa entrega descarada de los recursos del erario del pueblo venezolano para beneficio de la tiranía castrista es escandaloso, denigrante e insultante para un pueblo que actualmente sufre la escasez de todo tipo de alimentos y que, para la obtención de los mismos, tengan que esperar largas horas en una miserable fila agobiante y, peor aún, ser marcado como si fueran unas bestias dirigidas al matadero. Recientemente se ha puesto al descubierto que el gobierno chavista de Venezuela, dando muestra de un entreguismo y una genuflexión inexplicable y absurda, le regaló a la tiranía cubana, para el desplazamiento de los jerarcas del poder castrista, tres modernos aviones a un costo de unos US$100,000.000 millones de dólares, siendo ésto una bofetada inmoral al pueblo venezolano que vive corriendo tras un galón de leche, una funda de harina, un bolsa de pan, un galón de aceite, un miserable pollo, etc. Obviamente, esa fabulosa suma para complacer y obsequiar a otro gobierno por la simple coincidencia de principios ideológicos, no salen de los bolsillos del impostor colombiano, ni de ninguno de los boliburgueses chavistas que se han hecho millonarios a la sombra de la demagogia y de un populismo barato y sin sentido. Esa suma sale del bolsillo de todos los venezolanos y de un recurso no renovable que es propiedad del más humilde hijo de Simón Bolívar. Los referidos aviones son un Dassault Falcón 900EX con matrícula venezolana y dos Dassault Falcón50. El primero de ellos es el favorito del sátrapa Raúl Modesto Castro Ruz y es el que ha estado usando en sus desplazamientos fuera de Cuba. Los otros dos aviones son usados para los demás altos integrantes del gabinete cubano. Los pilotos de éstos aviones son todos cubanos, obedeciendo como sabemos, a la desconfianza de los Castros hacia todo aquello que no sea de su entorno cercano y confiable. Ahora bien, como garrapata política que siempre ha sido el gobierno castrista, el mantenimiento de dichas aeronaves corre por cuenta del entreguista gobierno bolivariano. Pero, hay un detalle que nos hace ver hasta dónde son perversos, cínicos, mentirosos, tramposos e hipócritas la tiranía castrista y su fiel lacayo el gobierno chavista. Como bien sabemos, el gobierno castrista padece de un embargo comercial (no un bloqueo como maliciosamente se ha hecho creer) por parte de los Estados Unidos desde el 1960 y en todo su derecho, pues nadie puede obligar a los Estados Unidos a realizar negocios con quien no desea. En el caso de los aviones, cómo evade la tiranía castrista el mismo? De esta manera: los pilotos cubanos para dichas aeronaves fueron entrenados en Francia y se les dotó de pasaporte diplomáticos falsos para que tuvieran libertad de movimiento, unido eso a la matrícula venezolana de las naves y de esta manera, los aviones fueran reparados y mantenidos en cualquier parte del mundo, evadiendo de esa forma el embargo comercial norteamericano, en vista de que los motores Garrett TFE 731, que tienen las aeronaves son de manufactura estadounidenses y sus componentes electrónicos por igual, piezas que caen dentro del embargo impuesto. Como podemos ver, los ilusos y patéticos comunistas que tanto privan de su «anti-imperialismo yankee» y su tan cacareado «socialismo económico», usan aviones con motores del «enemigo» y se valen de artimañas para recibir entrenamientos en naciones capitalistas. Como dice un conocido mamb «por más que brinquen y salten, siempre mueren aquí». Vale destacar que el valor por hora de vuelo de este regalito del gobierno chavista a la gerentocracia cubana, le cuesta al pueblo de Simón Bolívar la suma de US$4,119.00 cuando Raúl Castro decide usa su flamante avión el Falcon 900EX y los otros dos Falcon 50 salen por US$4,479.00, claro está: los gastos de mantenimiento como dije, corren por cuenta del generoso gobierno chavista. Los Castros nunca dan nada gratis ni tampoco dicen donde hay. Ya sabemos que los famosos agentes dobles que envía a Caracas como médicos, educadores y técnicos deportistas, etc, le salen bien caro a Venezuela, porque no es gratis. Esto sin contar con los 100,000 b/d de petróleo que reciben el gobierno cubano. Es decir, los Castros se sacaron la lotto sin haber jugado un billete. Esto es sumamente grave, sobre todo, en una nación que está padeciendo una severa crisis económica, política, moral y de inseguridad. De igual manera, una insoportable crisis alimentaria, una escasez de bienes y servicios, una inseguridad barbárica, una depreciación de su moneda, una inflación galopante por el orden del 51%, un empeoramiento en los servicios de salud, educación, vivienda y una sociedad que cada día se deteriora más y más y no ve una luz cercana en el túnel en que la han metido. La genuflexión venezolana hacia Cuba, creo que no tienen parangón ni en la historia pasada y mucho menos en la moderna. En política se le conoce como sumisión, entreguismo, claudicación, humillación, ser lacayo, etc. Pero, en el argot popular de los dominicanos, eso lo identificamos como «lambonismo» en su más pura expresión. El cacique Guacanagarix de haber visto semejante insensatez política se habría muerto del impacto ante tan chabacana sumisión. Ahora entiendo lo que quiso decir el poeta, escritor y dramaturgo francés Víctor Marie Hugo cuando dij «El sufrir merece respeto, el someterse es despreciable»

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