“Los derechos humanos y la democracia serán los temas clave de la Cumbre. Se debe permitir a la sociedad civil cubana participar [junto a los] otros países participantes en la Cumbre, en consonancia con los compromisos de la región conforme a la Carta Democrática Interamericana. Estados Unidos da la bienvenida a un diálogo constructivo entre los gobiernos regionales sobre los principios de la Cumbre”, señaló un vocero del Departamento de Estado.
Estados Unidos espera que el cambio en las relaciones con Cuba signifique una mayor influencia del país en asuntos sobre seguridad, desarrollo y derechos humanos en la región.
“Nuestro cambio en la política hacia Cuba se produce en un momento de renovado liderazgo de Estados Unidos en las Américas. Un futuro de mayor paz, seguridad y desarrollo democrático es posible”, señaló.
Además, agregó que EE.UU. puede lograr un cambio en Cuba si actúa “en concierto con otros miembros de la comunidad internacional”.
Sobre lo mismo, informó que el secretario de Estado, John Kerry, ha sostenido conversaciones con autoridades internacionales, sobre todo europeas, sobre la nueva relación con la isla, “y la respuesta ha sido abrumadoramente positiva”.
“Esperamos con interés trabajar con nuestros colegas de todo el mundo de una manera más colegiada sobre esta política en el futuro”, agregó.
El 18 de diciembre el presidente Barack Obama anunció cambios en la relación entre EE.UU. y Cuba, principalmente el restablecimiento de misiones diplomáticas, aumento del envío de remesas a la isla, y más licencias para viajes, entre otras.
El Departamento de Estado de EE.UU. reconoció que la antigua política del país hacia Cuba muchas veces limitó la capacidad negociadora ante sus pares latinoamericanos.
“A veces, la política estadounidense de larga data hacia Cuba aisló a Estados Unidos de sus socios regionales e internacionales, limitando nuestra capacidad de influir en los resultados en todo el hemisferio occidental, y discapacitando el uso de toda la gama de herramientas disponibles para Estados Unidos para promover un cambio positivo en Cuba”, señaló el representante del órgano diplomático estadounidense.
“Estados Unidos alienta a todas las naciones y organizaciones que participan en el diálogo diplomático con el gobierno cubano para aprovechar todas las oportunidades tanto públicas como privadas para apoyar un mayor respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales en Cuba”, concluyó el Departamento de Estado.
Fuente: Voz de América