Cuidado con el triunfalismo en el PLD
Por FRANK NUÑEZ
Proclamada la reforma constitucional que permite al Presidente Danilo Medina optar por la repostulación para un segundo mandato y definida ya la oferta electoral de la oposición política, solo el triunfalismo entre su dirigencia y militancia podría significar en estos momentos un virus letal para las aspiraciones del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) de mantener el poder más allá del 16 de agosto de 2016.
El lugar privilegiado que le asignan las encuestas, la virtual alianza con los dos viejos partidos tradicionales, junto a la inexperiencia electoral del Partido Revolucionario Moderno se interpreta como un factor de excesiva confianza de los peledeistas en el triunfo, lo que en opinión de analistas podría conducirle a «dormirse en sus laureles2, descuidando los trabajos para una efectiva unidad entre sus miembros tras las pugnas surgidas durante el proceso de reforma constitucional.
Estudiosos del quehacer político local e internacional aseguran que la percepción proyectada dentro y fuera del PLD sobre la existencia de triunfadores y derrotados en la entidad morada podría debilitar su cohesión interna, dejando a sus principales líderes en la obligación de demostrar de manera fehaciente que la unidad quedó sellada con el acuerdo de 15 puntos aprobado por su Comité Político para poner fin a la crisis que mantuvo en vilo al país durante varias semanas.
Se refieren experiencias de las últimas décadas vividas en países sudamericanos como Venezuela, Ecuador, Perú y Bolivia, lo mismo que el reciente proceso electoral en España, que demuestran las veleidades de la aceptación popular y cómo organizaciones políticas que lucían invencibles fueron superadas de manera abrumadora por entidades emergentes.
Trascienden factores como el natural desgaste de los partidos en el poder y la baja tasa de rechazo de los candidatos que, como es el caso del opositor Luis Abinader, busca por primera vez la Presidencia de la República en unos comicios.
Entre los principales síntomas del triunfalismo dentro de un partido político se enumeran el cree que «se gana como quiera» y que las elecciones serán sencillamente el protocolo jurídico para legalizar el siguiente mandato presidencial.
Quienes dentro de un determinado partido político entienden que «se gana como quiera» fomentan el desprecio a las iniciativas que procuran la unidad interna, contribuyendo a mantener la percepción de que existen triunfadores y derrotados, situación que podría ser capitalizada por el adversario de afuera.
Los análisis clínicos del triunfalismo revelan mezquindad y autosuficiencia, con una evidente devaluación de los aportes de los compañeros y aliados que se ubican fuera del grupo afectado por el virus triunfalista.
Se observa que el triunfalismo en muchas ocasiones es proyectado e introyectado pore elementos extraños a la organización, como pseudo comunicadores y «mercadólogos» que obtienen ganancias inmediatas con mantener la idea de que se gana «como quiera».
Un dato que resaltan los analistas es un hecho comprobable de que el PLD en todas sus vitorias electorales, aún en los momentos de mayores posibilidades de triunfo como fue la experiencia del 2004, siempre trabajó como si existiera la posibilidad de la derrota, que ha sido lo que según entendidos, lo ha convertido en un partido exitoso, que valora a todos sus compañeros, aliados y simpatizantes al momento de luchar por la victoria.
La historia política dominicana está llena de ejemplos, de cómo el triunfalismo ha conducido a la derrota de candidatos y partidos que, muy confiados, se creyeron invencibles. Los analistas hacen la advertencia con el objetivo de que el virus triunfalista no provoque estragos en el PLD.