Consenso total entre los partidos políticos
Con las ideologías caídas en el piso, no hay una clara idea de que es el nacionalismo, cuál la defensa de los intereses nacionales, y como se debe enfrentar la terrible realidad de la invasión pacífica haitiana o de una posible intervención nacional en los problemas internos del otro lado de la frontera.
El llamado a la unidad formulado por el presidente Luis Abinader tiene que ser escuchado y apoyado por todo el liderazgo político nacional, para fortalecer la posición de rechazo a involucrar a los dominicanos en la situación interna de Haití. Una unidad que no debe ser mancillada por nadie, evitando caer en la politiquería barata.
Para que la República Dominicana haga frente a la crisis que genera la migración ilegal de haitianos hacia el país, debe darse un gran consenso nacional. Si cada partido tiene su posición ç y sus deseos personales, entonces no se podrá llegar a una férrea posición en torno a la soberanía nacional.
Los Estados Unidos y las Naciones Unidas propiciaron la crisis actual de Haití. Desmantelaron al ejército y la policía, y durante años permitieron que el caos se adueñara de ese país. Ahora tienen una postura blanda para encontrar soluciones, queriendo meter de lleno a la República Dominicana en la anarquía actual del vecino país.
No es competencia de los dominicanos entrar de lleno a buscar soluciones a los problemas internos haitianos. Nuestra responsabilidad es fijar posiciones firmes de que nuestro territorio no será enajenado, que todo ilegal será inmediatamente repatriado y que de este lado de la frontera no se permitirán campamentos de refugiados
En este momento debe haber un consenso total entre los partidos políticos, los sectores comunitarios y las instituciones que integran a la sociedad dominicana, para todos juntos luchar por nuestra soberanía y nuestro territorio. Hay que decir que no a los intentos de los norteamericanos de establecer centros de asilo para haitianos ilegales.
El nacionalismo como bandera de lucha de oportunistas, no es un sentimiento real. No pasa de ser una mera acción que busca darse a conocer para llegar a tratos políticos, o sea conseguir posiciones en el tren gubernamental. Las ínfulas en defensa de la Patria deben estar por encima de una simple canonjía.
JPM