Con todo y el ventajismo el chavismo fue abatido
El domingo 6 de diciembre recién pasado, los venezolanos, emulando a los argentinos, salieron dispuestos a despojarse de la maldición del chavismo en las elecciones legislativas… y lo lograron holgadamente, al salir triunfante la Mesa de la Unidad Democrática, MUD, que obtuvo al menos 112 diputados contra 55 de parte del chavismo, triunfo que fue aceptado por Maduro en una alocución a todo el país.
El rechazo fue tan grande que el chavismo no pudo ejecutar los planes que tenían para alterar los resultados, ya que el alto mando militar se negó a secundar dichos planes debido a que el voto en contra del chavismo fue tan abrumador que el ministro de defensa, Vladimir Padrino López, se vio en la necesidad de tener que liderar el rechazo a la conspiración ideada por Maduro y Diosdado.
En esta ocasión como en la mayoría de las veces las encuestas no fallaron en sus pronósticos, pues los resultados coincidieron con la mayoría de las empresas encuestadoras que realizaron trabajos de sondeos, con los que mantuvieron al día a la opinión pública nacional y la internacional.
Maduro al reconocer la derrota, lo hizo a regañadientes, y ni siquiera tuvo la delicadeza de felicitar a los triunfadores como es la costumbre en las democracias. Al contrario, se paso todo el tiempo alabando la supuesta perfección y transparencia de las instituciones electorales venezolanas, como si no supiera el mundo de todos los desmanes cometidos por el chavismo en contra de las instituciones de su nación, las que convirtieron en sus marionetas.
Con su triunfo arrollador, la oposición venezolana, tendrá la oportunidad de deshacer algunas de las indelicadezas y abusos cometidos por el gobierno con el fin de beneficiarse política y económicamente, incluso gestionar la liberación de los presos políticos, destituir ministros y magistrados, reformar la constitución y hasta aprobar un referendo revocatorio con el fin de pedir la destitución del jefe del Estado.
Los demócratas de todo el mundo hoy celebran el triunfo de la democracia en un país donde se había perdido la esperanza de conseguir un cambio que por lo menos equilibrara la correlación de fuerzas, que neutralice las intenciones incontrolables de totalitarismo de parte del gobierno chavista de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello.
Aunque las cosas no pintan que serán color de rosas para la nueva Asamblea Nacional, ya que Maduro y Diosdado han amenazado con hacerles la vida imposible a los nuevos asambleístas y por ende a todos los venezolanos, al anunciar el nombramiento de nuevos magistrados y quien sabe cuántas fullerías más dejarán como lastre, antes de entregar el hemiciclo legislativo, a los nuevos diputados.
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