Como anillo al dedo la Ley 47-20
La Ley de Alianzas Público – Privadas número 47-20 cae como anillo al dedo en esta época de pandemia que afecta al país y necesita de la alianza del sector privado con el estado para relanzar la economía y con los aporte de fondos, desarrollar las obras de desarrollo económico y social, como socios, mismas que contribuirán desarrollar obras de infraestructura que necesita el país para garantizar eficiencia, eficacia y oportunidad en su construcción.
Es de suma importancia que se disponga de los mecanismos necesarios para que esta ley entre en práctica. “El país necesita duplicar el monto de la inversión en infraestructura hasta llegar a aproximadamente 5% del PIB cada año. Las alianzas público-privadas son un mecanismo que permite ganar eficiencia y efectividad, siempre que se realicen en buenos proyectos y con contratos adecuados que privilegien el interés de los ciudadanos”.
La ley 47-20 de Alianzas Público – Privadas debe usarse como estrategia para atraer la inversión extranjera directa (IED): la inversión extranjera directa se refiere a las operaciones que involucran unas relaciones de largo plazo, en el cual personas físicas o jurídicas residentes de una economía o inversor busca obtener una participación duradera y un grado significativo de influencia o control en una entidad o empresas, residente en otra economía.
La ley regula la iniciación, selección, adjudicación, contratación, ejecución, seguimiento y extinción de alianzas público-privadas, a fin de que dichas alianzas sean el resultado de un proceso competitivo y transparente, y que se haga una adecuada distribución de riesgos. De igual forma, que, en otros países, este instrumento es utilizado para el desarrollo de carreteras, puertos, aeropuertos, estacionamientos, entre otras obras de infraestructura.
El ex – ministro de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), Juan Ariel Jiménez, ponderó la iniciativa, aunque la considera insuficiente, ya que enfrenta retos que República Dominicana debe superar. Durante una visita a elDinero, el funcionario explicó que “contar con la Ley de Alianzas Público Privadas es algo importante, pero no es suficiente. Son muchos los desafíos que se tienen por delante para que la aplicación sea efectiva”.
Muchos años antes de la existencia de esta ley de Alianzas público- privadas, el 17 de mayo del 2019 la presidenta de la Asociación de Industrias Ligia Bonetti decía “que solo una sólida alianza público privada hacía exitosa una política industrial” y para lograrlo, continuaba diciendo ella, que la sociedad debía contar con un Estado cuyas instituciones fueran facilitadores, que simplificará, que no obstaculizara y no encareciera y que, además, no compitiera con el sector privado. Es como dijimos en una ocasión decía continuaba diciendo: el Estado pone las reglas, pero quien juega es el sector privado. Y las reglas deben estar para facilitar, no para dificultar el papel de la industria nacional.
En la ley de Alianzas Publico – Privada de inversión privada está establecida para garantizar también la atracción de inversiones extranjeras, no obstante según el informe de la CEPAL en el año 2020 la inversión extranjera disminuyó en América Latina y El Caribe y es necesario seguir contando con la inversión del sector privado nacional, que hasta ahora es el que ha salido en apoyo con sus préstamos a toda la industria y al comercio, sin embargo es necesario que se realicen las gestiones para que a través del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), el país reciba los préstamos que garantizaran la recuperación económica maltrecha por el Covid-19.
Según las estimaciones de organismos internacionales América Latina y el Caribe necesitan recibir en préstamos de alrededor de 110,000 millones de dólares cada año para recuperar la economía durante los próximos 10 años, por lo que se hace necesario crear las condiciones necesarias para atraer esos recursos que proporcionalmente nos tocan recibir como país parte de los países latinoamericanos y caribeños.
La inversión extranjera directa fue de US$3012.80 millones de dólares en el año 2019 y comparada con la realizada al cierre 31 de diciembre del 2020 alcanzó tan solo US$2,047.20 millones de dólares, según datos del Banco Central y, el Fondo Monetario Internacional FMI estableció que el PIB disminuiría en el 2020 en 6.1%. Si relacionamos la caída del PIB y la disminución de la Inversión Extranjera Directa, hay que concluir que se hace urgente gestionar más inversiones y un mayor financiamiento de los organismos crediticios internacionales.
Por lo que la Ley número 47-20 de Alianzas Público-Privadas ha caído como anillo al dedo para iniciar un proceso urgente de captación de inversores nacionales y extranjeras, posibilitando que el sector privado aporte los fondos como contrapartida de los proyectos de infraestructuras y de desarrollo social que gestione el estado dominicano asociado al sector privado y que contribuyan al desarrollo económico y social de la república dominicana, ya dentro del contexto de la pandemia Covid-19 y por un periodo de mediano y largo plazo, según se ha estimado por los organismos crediticios, para lograr la recuperación económica.
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