Clara Zetkin y el 8 de marzo
POR LUIS E. SIMÓ
El origen histórico de la celebración del Día Internacional de la Mujer se remonta a dos huelgas ocurridas en la ciudad de Nueva York. La primera duró del 22 de noviembre de 1909 al 15 de febrero de 1910. La segunda, tendría lugar el 29 de marzo de 1911.
Es en esta segunda huelga donde se produce el incendio, y por razones de pésima inseguridad de la fábrica textil, perecen 146 obreras, en su mayoría, inmigrantes judías y alemanas. Estas dos huelgas, junto a otras importantes jornadas de luchas de las mujeres trabajadoras, habrían de servir de inspiración para la celebración de un día que impulsara las reivindicaciones sociales y políticas de la mujer.
Clara Zetkin fue una importante dirigente socialista alemana, a cuyo nombre y esfuerzos se debe la celebración del Dia Internacional de la Mujer. Su nombre real era Clara Eissner y adopta el apellido de su esposo, el revolucionario ruso Ossip Zetkin. Estudia derecho, se forma como profesora y, a partir del 1874 entra en contacto con los movimientos obreros y feministas alemanes. Cuatro años más tarde, comienza su militancia en el Partido de los Trabajadores Socialistas (SAP), que a partir de 1890 se convierte en el Partido Socialdemócrata Alemán, corazón de la Segunda Internacional, presidida por el teórico marxista Karl Kautsky.
La Segunda Internacional era la continuación de la Primera Internacional, agrupación de corrientes socialistas y anarquistas, fundada por Carlos Marx, Federico Engels, Proudhon y Bakunin, entre otros revolucionarios europeos. Clara Zetkin, fundadora de la Segunda Internacional, fue también pionera europea de la lucha por la igualdad de oportunidades para las mujeres, el sufragio femenino y la lucha por la plena emancipación de la mujer enmarcada en su visión socialista. Fue una valiente oponente de la Primera Guerra Mundial, alineándose con las propuestas revolucionarias que exhortaban a obreros y obreras a rechazar el enfrentamiento bélico de obreros contra obreros en las trincheras y a realizar la revolución socialista en sus países.
Clara Zetkin dirigió la Oficina de la Mujer del Partido Socialdemócrata Alemán. Como parte de sus actividades propuso en 1910 que cada año se conmemorase el Dia Internacional de la Mujer para recordar las demandas pendientes del colectivo feminista. El 17 de agosto de 1907 se celebró la primera Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, en Sttugart, Alemania. Un grupo de 58 delegadas entre las que se encontraba Clara Zetkin fundaron la organización que hoy se conoce con el nombre de Internacional Socialista de Mujeres. En esta conferencia se nombró a Clara Zetkin, Secretaria Internacional de la Mujer.
En el II Encuentro Internacional de Mujeres Socialistas que se celebró en 1910 en Copenhague, Dinamarca, en el que asistieron más de 100 delegadas, Clara Zetkin y Kate Juncker participaron en representación del Partido Socialdemócrata Alemán y presentaron la propuesta de conmemorar un Dia Internacional de la Mujer o Dia de la Mujer Trabajadora en un acto de solidaridad internacional con los delegados de Estados Unidos con los delegados de Estados Unidos que habían honrado la huelga de las trabajadores textiles en 1910 con un Dia de las Mujeres que empezó a conmemorarse en marzo de 1911.
Clara Zetkin fue una activista de las luchas femeninas, que, en su caso, impulsara la igualdad de derechos sociales, el derecho al voto, las conquistas salariales y la plena igualdad social de la mujer en las sociedades capitalistas europeas. Desde su vuelta a Alemania en 1891 y hasta 1917 edito el periódico Die Gleichheit (La Igualdad) que aumento su tirada de 4,000 a 100,000 ejemplares en los primeros diez años.
Es importante destacar que el contenido de sus propuestas feministas tiene un claro tinte marxista, esto es, parte de la lucha de clases. En su discurso pronunciado en el Congreso de Gotha del Partido Socialdemócrata de Alemania, el 16 de octubre dijo: “Los estudios de Bachofen, Morgan y otros parecen demostrar que la opresión social de la mujer coincide con la aparición de la propiedad privada. La contradicción, en el seno de la familia, entre el hombre en cuanto a poseedor y la mujer en cuanto a no-poseedora constituye la base de la dependencia económica y de la situación social de defraudación de los derechos del sexo femenino. Según Engels, en esta última situación radica una de las primeras y más antiguas formas de dominio clasista”.
Engels afirma que: «En la familia el marido es el burgués y la mujer representa el proletariado.» Todavía no se podía hablar en aquel momento de cuestión femenina en el moderno sentido de la palabra. Solamente el modo de producción capitalista ha provocado los trastornos sociales que han dado vida a la cuestión femenina moderna; ha hecho pedazos la antigua economía familiar que en el período precapitalista garantizaba a las grandes masas del mundo femenino un medio de sustento y un sentido a su vida”.
Sus planteamientos explican la evolución de la cuestión femenina a partir de la evolución de los sistemas económicos. Y nos recuerda: “Las máquinas, el modo moderno de producción, empezaron gradualmente a cavar la fosa a la producción autónoma de la familia, planteando a millones de mujeres el problema de encontrar un nuevo modo de sustento, un sentido a su vida, una actividad que al mismo tiempo fuese también agradable. Millones de mujeres se vieron obligadas a buscarlo fuera, en la sociedad. Entonces empezaron a tomar consciencia de que la falta de derechos hacía muy difícil la salvaguarda de sus intereses, y a partir de este momento surge la genuina cuestión femenina moderna”.
Sus concepciones teóricas sobre la cuestión femenina están fundamentadas en dos obras clásicas del socialismo: El origen de la propiedad privada, la familia y el Estado de Federico Engels y la Mujer y el socialismo, una obra feminista fundamental escrita por August Bebel. En el plano político, como diputada del Partido Socialdemócrata Alemán y luego como representante del ala izquierda de dicho partido, los llamados Espartaquistas, avanza nuevas ideas sobre los problemas de la mujer en abierta oposición a la burocracia sindical y partidaria de su propio partido.
Clara Zetkin como diputada del Partido Comunista Alemán defendió las limitadas libertades burguesas que existían en la República de Weimar en Alemania y combatió el ascenso del nazi fascismo de Adolfo Hitler. Su discurso final en el Reichstag fue una acusación y, a la vez, premonición de lo que sería de la barbarie nazi, el recurso desesperado de los capitalistas germanos por impedir el socialismo en Alemania, Se exilio en la Unión Soviética donde siguió debatiendo el tema femenino con el jefe del Estado Soviético, Vladimir Ilich Lenin, conversaciones que dio como resultado su libro Recuerdos de Lenin donde se dan a conocer las ideas feministas del revolucionario ruso. Clara Zetkin, cuyas ideas inspiran a todos los que luchan contra la opresión de la mujer, murió en 1932 y fue enterrada con honores en la necrópolis de la Muralla del Kremlin en Moscú.