Cierre memorable del Festival Musical de Santo Domingo
SANTO DOMINGO.-Con la inigualable y exquisita Novena Sinfonía del maestro Ludwig Van Beethoven, la Orquesta Sinfónica Nacional, bajo la batuta magistral de José Antonio Molina, cerró ayer el Festival Musical de Santo Domingo que ya alcanzó su undésima versión.
Las más de mil quinientas personas que abarrotaron hasta los balcones la sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito parecía estar bajo los efectos mágicos de la música desde que el maestro Molina tomó su “varita mágica” y dirigió con estilo enérgico y sublime nuestra Orquesta Sinfónica Nacional.
Un público extasiado
Y como quien no quiere perderse ni una sola nota, el público escuchó extasiado cada uno de los compases de la pieza que ya en el tercer momento estuvo acompañado de un coro de 94 voces conducido por Elioenai Medina y las imponentes voces invitadas de la soprano Ana Lucrecia García, la mezzosoprano Anna Moroz, el tenor Francisco Corrujo y el barítono Günter Haumer.
Memorable
Casi hora y media duró el concierto, que sin duda puede catalogarse como memorable para los que asistieron. Excepto en tres descansos brevísimos, la batuta del maestro Molina no cesó mientras dirigía los cuatro movimientos (Allegro ma non troppo, un poco maestoso; scherzo: molto vivace -presto; adagio molto e cantabile – andante moderato; presto – allegro assai- andante maestoso- allegro enérgico, sempre ben marcato- allegro ma non tanto – prestissimo) de la afamada Sinfonía número 9 en Re menor, Opus 125 del maestro alemán.
El XI Festival Musical de Santo Domingo inició el 18 de este mes con la participación de reconocidos artistas del mundo clásico.
Al final del concierto de anoche, agradecido del regalo que en forma de música al mejor estilo romántico de Beethoven, de pie, el público despidió al maestro, a sus músicos y al coro con una ovación que se prolongó por varios minutos, la mejor demostración de que quedó satisfecho.
of-am