Chino Estrella requiere un ahora, no un después

Quienes hemos compartido con el Chino Estrella entendemos muy bien de sus altas y bajas.

Sabemos de sus virtudes y también de sus defectos.

Conocemos de su vocación de servicio, su corazón bondadoso y su solidaridad humana extraordinaria.

Chino Estrella es el fogoso comunicador y fotógrafo, autentico lazarillo, por un considerable tiempo, del talento nacional y la cultura popular dominicana, cada vez que ha sido necesario.

Gracias a su generosidad y abnegación muchas de las actuales figuras del canto y la música popular criolla lograron descollar en importantes escenarios internacionales, fundamentalmente, en los predios neoyorquinos.

Testimonios de agradecidos sobran abalando los aportes de este gladiador intrépido, nacido en la Ciudad Hidalga de los treinta Caballeros y criado en la populosa y legendaria barriada de Villa Juana, en la capital Primada de América.

Chino Estrella

Durante los últimos meses, Chino Estrella está sufriendo en silencio los embates de una lacerante diabetes acompañada de una mordaz elefantiasis, agobiantes patologías que, sin una atención a tiempo y sistemática,  podrían dar al traste con su valiosa existencia.

Sus dos piernas, además de proyectar una dimensión y peso por encima de lo normal, empiezan reflejar infecciones lacerantes que de no recibir el tratamiento y el seguimiento de calificados especialistas de la salud  se corre el riesgo de que ambas extremidades terminen siendo amputadas.

El cuadro de salud que actualmente refleja Chino Estrella requiere de un ahora y no de un después, sin necesidad de la teatralidad, el figureo y el bullicioso propio de los asuntos inherentes al «artitismo dominicano» para no agredir el orgullo natural y la dignidad de un ser humano arquetipo de solidaridad y amistad sincera.

De sus ojos brotan lágrimas que además de empapar su rostro expresan, en silencio, el sufrimiento causado por el insoportable y constante dolor de tener que subsistir bajo un precario y preocupante estado de salud acompañado con el olvido de quienes están llamados a honrar con el agradecimiento al amigo que siempre está presente.

No hay tiempo que perder, la amarga realidad en que subsiste actualmente Chino Estrella obliga que sus auténticos amigos, políticos, artistas y comunicadores, sin exhibir protagonismo ni actitudes mesiánicas, urgentemente, iniciemos una amplia jornada en procura de realizar las gestiones pertinentes, en diversos estamentos oficiales y privados, en ánimo de evitar un desenlace fatal y lamentable.

Se trata de una convocatoria inexorable que conduce a una acción ennoblecedora ante una figura iconográfica de la denominada farándula dominicana, a nivel nacional e internacional, cuya norma esencial del vida ha consistido siempre en servir y compartir.

Responder positivamente ante su lamentable realidad es un imperativo del momento evitando recurrir a prejuicios y retoricas antojadizas que fuera de contribuir a engendrar el amor, fortaleciendo la amistad, llevarían a las diatribas y el distanciamiento inútil, acompañado de la insidia y el odio esclavizarte.

La atención al Chino Estrella ha de ser ahora, no después, empecemos ya..!!

of-am

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