Cascos azules mexicanos irían a Haití
CIUDAD DE MÉXICO.- Haití puede ser el destino futuro de la participación de México en operaciones de mantenimiento de paz de las Naciones Unidas, adelantó el canciller José Antonio Meade en una entrevista con Núcleo Radio Mil, al recordar que militares de nuestro país acudieron al rescate de sobrevivientes del terremoto que azotó a la isla del Caribe hace cuatro años. Sin embargo, el apoyo de México a los cascos azules no será inmediato sino a largo plazo, ya que luego del anuncio hecho el miércoles por el presidente Enrique Peña Nieto en la Asamblea General del organismo, el país deberá analizar cuidadosamente las solicitudes que reciba al respecto, e iniciar la capacitación del personal tanto civil como militar que sea requerido, explicó a El Financiero el embajador Andrés Rozental, quien como subsecretario de Relaciones Exteriores coordinó en 1992 el envío de 102 policías a El Salvador en la última misión de paz en la que México participó. Rozental consideró que además del prestigio internacional, la decisión traerá beneficios en la profesionalización de las fuerzas armadas, como ha sucedido en otras naciones. “Todos los países que participan activamente con cascos azules lo han hecho con resultados positivos en términos generales para sus fuerzas armadas y civiles, creo que será lo mismo en el caso mexicano”, dijo. Recordó que el despliegue de policías en El Salvador hizo acreedor a México del premio por la mejor contribución al proceso de paz en la nación centroamericana emanado de los acuerdos de Chapultepec de 1992 entre el gobierno de San Salvador y la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, otorgado por la ONU en 1994. Reconoció, sin embargo, que deberá haber un gran esfuerzo del gobierno para capacitar a sus efectivos, a fin de que contribuyan adecuadamente con los mandatos del foro multilateral y mantengan en alto el prestigio del país sin incurrir en situaciones negativas como ha sucedido con el involucramiento de cascos azules en actos de corrupción y abusos sexuales en naciones como Camboya, Haití, Bosnia-Herzegovina y República Democrática del Congo. Javier Oliva, especialista en seguridad y profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, aseguró que la participación militar de México en las operaciones de mantenimiento de paz no modifica ni viola la Doctrina Estrada, pilar de su política exterior, sobre la no intervención en asuntos externos y el respeto a la soberanía, ya que las acciones que efectuaría serán de carácter humanitario. LADO NEGATIVO Según un análisis comisionado por la propia ONU en 1996 a Graca Machel, exprimera dama de Mozambique, “en seis de doce países estudiados sobre la explotación sexual de menores en conflictos armados, la llegada de tropas de pacificación se ha asociado con un rápido aumento de la prostitución infantil”. Ocho años más tarde, la periodista india Gita Sahgal destacó que esos delitos se incrementan en paralelo al despliegue de operaciones humanitarias. “El asunto es que los miembros de las acciones de mantenimiento de paz parecen hacer lo mismo que otros ejércitos. Incluso los vigilantes deben ser vigilados”. Transparencia Internacional, a su vez, manifestó en 2013 que “los mandatos de pacificación rara vez mencionan como identificar riesgos o enfrentar los actos de corrupción, mientras que los centros de entrenamiento no incluyen el tema en específico”. FUENTE: el financiero